Repsol ha cerrado los nueve primeros meses de 2025 con un beneficio neto de 1.177 millones de euros, cifra ajustada a un contexto actual marcado por la volatilidad de los mercados energéticos y la incertidumbre geopolítica. Aunque el resultado supone un descenso del 34,3% respecto al mismo periodo del año anterior, la compañía mantiene una posición financiera sólida, con una liquidez de más de 10.200 millones de euros y una clara apuesta por la transición energética rentable.
El resultado ajustado, que mide el desempeño operativo real de los negocio, alcanzó 2.173 millones de euros, un 19% menos que en 2024. Sin embargo, el tercer trimestre mostró una evolución especialmente positiva: el beneficio neto trimestral se duplicó, hasta los 574 millones, y el resultado ajustado creció un 47%, superando incluso las previsiones de los analistas.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, subrayó la solidez de las cuentas al afirmar que “Repsol ha logrado unos resultados operativos y financieros robustos, respaldados por unos márgenes de refino firmes, una sólida actividad comercial y una asignación disciplinada del capital”.
Todos los negocios mejoran en el tercer trimestre
Pese a la caída general de los precios del crudo, todos los negocios de la compañía mejoraron su desempeño en el tercer trimestre del año frente al mismo periodo de 2024. Así, el área de Exploración y Producción (Upstream) alcanzó un resultado ajustado de 1.214 millones de euros, un 5% más, impulsado por los mayores precios del gas y menores costes operativos. Por su parte, el negocio Industrial registró 545 millones en los nueve primeros meses, afectado por los márgenes más bajos en el refino europeo, aunque con un repunte del 70% en el tercer trimestre.
En lo referido a la división Cliente, que agrupa las soluciones de energía para hogares y movilidad, esta sección creció un 21,3%, hasta 599 millones, gracias al éxito de su oferta multienergética. Por otro lado, en el ámbito de Generación Baja en Carbono, el beneficio ajustado fue de 43 millones, reflejando el crecimiento sostenido de su capacidad renovable.
Este avance del negocio cliente, que ya ofrece soluciones energéticas integradas en el 56% de sus estaciones de servicio, confirma el cambio estructural hacia un modelo más diversificado y centrado en el usuario.
Inversiones estratégicas y expansión internacional
Durante 2025, Repsol ha continuado optimizando su cartera de activos y reforzando su presencia en regiones clave. En julio, completó la integración de sus activos del Mar del Norte con NEO Energy, formando una de las mayores productoras independientes de la zona, con una producción prevista de 130.000 barriles de petróleo al día.
En Estados Unidos, la compañía avanza en varios proyectos estratégicos que consolidan al país como una de sus áreas de crecimiento más relevantes. Este año inició la producción en Leon-Castile (Texas) y prevé poner en marcha la primera fase del proyecto Pikka (Alaska) a comienzos de 2026. Ambos, junto a Lapa South-West (Brasil), aportarán 50.000 barriles adicionales diarios para 2027.
La producción total de Repsol se ha mantenido estable, en 549.000 barriles diarios, en línea con lo previsto en su plan estratégico.
Apuesta por una transición energética rentable
Uno de los ejes centrales del desempeño de Repsol es su compromiso con una transición energética realista y rentable, alineada con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea. La compañía continúa transformando su negocio industrial y consolidando proyectos pioneros en combustibles renovables e hidrógeno verde.
En Puertollano, Repsol construye su segunda planta de biocombustibles, con una capacidad de 200.000 toneladas anuales, cuya entrada en operación está prevista para 2026. Además, ha aprobado la inversión definitiva para la Ecoplanta de Tarragona, que producirá 240.000 toneladas de metanol renovable al año a partir de 2029. Este proyecto, uno de los más ambiciosos de Europa, ya cuenta con un acuerdo de suministro con Norwegian Cruise Line Holdings, que utilizará estos combustibles en su flota marítima.
En paralelo, la energética ha tomado la decisión final de inversión para su primer electrolizador a gran escala (100 MW) en Cartagena, un proyecto reconocido como estratégico por la Comisión Europea y el Gobierno de España, y que recibirá 155 millones de euros en apoyo público. El hidrógeno renovable resultante se utilizará en procesos industriales, sustituyendo al convencional y reduciendo de forma significativa la huella de carbono.
Nuevos combustibles 100% renovables
Otro de los hitos de 2025 ha sido la primera producción a escala industrial de gasolina 100% renovable en Europa. En su complejo industrial de Tarragona, Repsol ha lanzado la Gasolina Nexa 95 origen 100% renovable, ya disponible en Madrid y Cataluña, y que se comercializará en 30 estaciones de servicio antes de fin de año.
Este nuevo producto, compatible con cualquier motor de gasolina convencional, reduce las emisiones netas de CO2 en más del 70% respecto a la gasolina tradicional. Se suma así al Diésel Nexa 100% renovable, que ya se ofrece en más de 1.300 estaciones de servicio de España y Portugal.
Con ello, Repsol se consolida como una de las mayores redes de combustibles 100% renovables de Europa, habiendo vendido más de 150 millones de litros en lo que va de año. La compañía refuerza así su liderazgo en movilidad sostenible, demostrando que la descarbonización puede avanzar sin penalizar al consumidor.
Crecimiento en clientes energéticos y digitalización
La apuesta por la diversificación energética también se refleja en el ámbito doméstico. Repsol ha sumado 157.000 nuevos clientes de luz y gas en España y Portugal durante el último trimestre, superando los 2,9 millones y con previsión de alcanzar 3 millones antes de final de año.
Además, la digitalización continúa siendo un motor clave: 10,4 millones de clientes utilizan la app Waylet, que integra pagos, gestión energética y beneficios de fidelización, reforzando la relación directa de la compañía con sus usuarios.
Fuerte compromiso con el accionista
Repsol mantiene su compromiso de ofrecer una retribución atractiva y sostenible a los accionistas. En 2025, ha destinado entre el 30% y el 35% del flujo de caja operativo a este fin, en el rango alto de su compromiso para el periodo 2024-2027.
Durante el año, distribuyó 0,975 euros brutos por acción en dividendos, un 8,3% más que en 2024, y aprobó un dividendo adicional de 0,50 euros que se abonará en enero de 2026.
Junto con un programa de recompra de acciones por 700 millones de euros, la compañía prevé que el dividendo bruto en efectivo supere el euro por acción en 2026, confirmando su fortaleza financiera y su capacidad para generar valor incluso en entornos desafiantes.
Una estrategia de largo plazo: crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad
Con estos resultados, Repsol avanza con paso firme en su plan estratégico 2024-2027, que combina rentabilidad con sostenibilidad, impulsando la transición energética sin renunciar a la competitividad industrial.
La compañía presentará en marzo de 2026 una actualización de sus proyecciones hasta 2028, en la que previsiblemente reforzará su apuesta por las energías renovables, la innovación tecnológica y el liderazgo en combustibles de baja huella de carbono.
Mientras tanto, los sólidos resultados del tercer trimestre y el avance de proyectos clave en renovables, biocombustibles e hidrógeno confirman que Repsol ha logrado estabilizar su modelo en medio de un entorno global convulso, combinando prudencia financiera, innovación y compromiso con sus clientes.
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