En un momento en el que la accesibilidad real todavía es un reto en muchos lugares, Renfe ha querido seguir trabajando en esta materia y visibilizar sus avances con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra cada 3 de diciembre. Así, la compañía ha inaugurado la V Semana de la Accesibilidad, un programa a través del cual busca reforzar la concienciación y avanzar hacia un modelo de movilidad donde nadie quede atrás.
Bajo el lema “La inclusión es nuestro destino”, Renfe ha organizado una batería de acciones que van desde la presentación de nuevos dispositivos tecnológicos hasta la firma de acuerdos con asociaciones clave del movimiento social que reivindica los derechos y que se garantice las oportunidades para las perdonas con discapacidad. En la apertura, el presidente de la operadora, Álvaro Fernández Heredia, se reunió con entidades del sector y renovó convenios de colaboración con FIAPAS (Confederación Española de Familias de Personas Sordas) y Plena Inclusión España, dos organizaciones históricas en la defensa de los derechos de las personas sordas y con discapacidad intelectual.
Uno de los ejes en torno a los que se pivotará a largo de esta semana será la confirmación de que Renfe prepara el V Informe de Seguimiento del Plan de Accesibilidad “Renfe con las Personas”, un documento que se torna estratégico pues marca la hoja de ruta para en el camino a alcanzar la llamada Accesibilidad Universal en toda la cadena de viaje: desde que el usuario entra por la estación de origen hasta que llega a su destino. Con horizonte 2028, el plan pretende pasar del compromiso al hecho, introduciendo mediciones y evaluaciones periódicas.
En paralelo, y en una apuesta por la normalización del acceso a la información, Renfe incorporará durante estos días un QR que redireccionará a los usuarios a la Guía de Viaje Accesible en Lectura Fácil “Renfe Contigo” en su web, máquinas autoventa e intranet interna. También actualizará el glosario inclusivo de uso interno “Palabras para la inclusión”, destinado a formar al personal y fomentar un trato adecuado y respetuoso hacia todos los viajeros.
No obstante, las principales novedades que se introducen vienen del terreno tecnológico. En 2025, Renfe, junto a Adif e Ineco, ha desarrollado varios proyectos piloto enmarcados en el programa europeo ERJU, cuyo objetivo es impulsar soluciones que mejoren la accesibilidad ferroviaria. Uno de ellos es el tótem accesible, una especie de punto físico de ayuda instalado ya en la estación de Málaga María Zambrano. Este se trata de un dispositivo táctil que ofrece información personalizada y accesible, incluyendo horarios y rutas interiores, y que incluso permite solicitar asistencia a un robot móvil.
Otro prototipo presentado es el sistema Gobo, que proyecta sobre el andén el pictograma internacional de accesibilidad indicando dónde se ubica la puerta del coche adaptado del tren. La idea es facilitar el posicionamiento anticipado y autónomo de personas con movilidad reducida, un cambio pequeño pero decisivo en la experiencia de viaje.
A estas innovaciones se suma la mejora de la accesibilidad digital: auditorías y ajustes en web, apps y plataforma de venta, con asesoramiento de Fundación ONCE. Entre las novedades destacan la posibilidad de pedir asistencia postventa desde la app y la solicitud de plaza H en el mismo proceso de compra de billetes.
En el ámbito físico, Renfe mantiene activas obras de adecuación en estaciones de Cercanías y Ancho Métrico. El Plan Ascende, centrado en ascensores, escaleras mecánicas, rampas y señalización podotáctil, avanza en la modernización de espacios clave. También se han adaptado los Espacios Renfe, salas de descanso y el Centro de Gestión de Operaciones con mobiliario accesible y sistemas de bucle de inducción magnética para personas con discapacidad auditiva.
La Semana culminará con el taller “Conocer es Comprender”, impartido por HelpAge España, que pone el foco en las personas mayores, otro colectivo a menudo invisibilizado en el debate sobre accesibilidad. Una forma de cerrar una semana que, más que un gesto institucional, pretende marcar un rumbo estructural: que viajar en tren sea un derecho posible para todas las personas.