Banco Santander es uno de los grupos financieros españoles más avanzados en el universo digital. Y trata de que sus clientes y no clientes estén al tanto de las últimas tendencias, incluidas las criptomonedas, cuya capitalización de mercado supera ya los tres billones de dólares. Para ello, la entidad ofrece una guía para dar a conocer qué son estos productos, cómo funcionan y cuántas opciones existen en el mercado.

Una criptomoneda es un activo digital que emplea un cifrado criptográfico, una técnica moderna que garantiza ciertos aspectos sobre la seguridad de la información usando códigos, es decir, proporciona herramientas para detectar falsificaciones o manipulaciones de los contenidos. La firma digital es un mecanismo que permite al receptor de cualquier mensaje firmado digitalmente determinar a las entidades que emiten esos mensajes y confirmar que no han sido alterados posteriormente a la firma. Sirve, en definitiva, para garantizar su titularidad, asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una foto.

Estas monedas no existen de forma física sino que se almacenan en una cartera digital. Banco Santander tiene a disposición de sus clientes productos cotizados vinculados. Es el caso de los Exchange Traded Products (ETP), que permiten una exposición al precio de las criptomonedas, entre otros muchos activos diferentes.

Las criptomonedas no están reguladas ni tienen consideración de medio de pago o el respaldo de un organismo público

Sin embargo, como destaca la entidad, uno de los inconvenientes es que las criptomonedas no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no necesitan de intermediaros en las transacciones. Se trata de productos complejos y de alta volatilidad, por lo que su contratación requiere que el cliente cumpla las condiciones exigidas por la normativa vigente. Por este motivo, la entidad no emite recomendaciones sobre estos productos, que sólo se ofrecen a solicitud del cliente. Tampoco tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otros organismos públicos, y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente, como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores.

La tecnología blockchain aporta un elevado sistema de seguridad para el control de las transacciones de criptomonedas

Para el control de estas transacciones, hay que usar una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido. Esta tecnología aporta un elevado sistema de seguridad a las criptomonedas y evita que un mismo activo digital se pueda transferir en dos ocasiones o que sea falsificado. Funciona como un gran libro de contabilidad donde se puede registrar y almacenar gran cantidad de información. Toda ella está compartida en la red y protegida de tal forma que todos los datos que alberga no se pueden alterar ni eliminar.  

Según Banco Santander, es muy importante recordar que una vez que se realiza la transacción con criptomonedas, es decir, cuando se compra o vende el activo digital, no es posible cancelar la operación porque el blockchain es un registro que no permite borrar datos. Para revertir una transacción es necesario ejecutar la contraria: una compra no se puede cancelar, habría que vender. Además, como estas monedas no están disponibles de forma física, hay que recurrir a un servicio de monedero digital o wallet de criptomonedas para almacenarlas. 

El monedero digital o wallet es un software donde es posible almacenar, enviar y recibir criptomonedas. A diferencia de un monedero de dinero físico, lo que realmente se almacena en los wallets son las claves que nos dan la propiedad y el derecho sobre las criptomonedas, y nos permiten operar con ellas. Hay dos tipos: los calientes y los fríos. Los primeros están conectados a internet, y los segundos no. Así, dentro de los monederos calientes encontramos los monederos web, los monederos móviles y los monederos de escritorio. Estos últimos solo en el caso de que el ordenador esté conectado a la red. Por el contrario, dentro de los monederos fríos existen los monederos hardware y los monederos de papel, que es simplemente la impresión en papel de la clave privada. Estos servicios de custodia no están regulados ni supervisados.

Más de 9.000 criptomonedas

La guía también explica la gran variedad de criptomonedas, además de la ya muy conocida Bitcoin, que nació en el año 2009. Su carácter descentralizado y su código abierto, creado por Satoshi Nakamoto, la hicieron muy popular. Desde entonces, se han creado más de 9.000 criptomonedas.

La entidad cántabra destaca otras como Bitcoin Cash, una división del Bitcoin. Se trata de una criptodivisa reciente, creada en agosto de 2017 con la intención de continuar la visión original de Bitcoin de utilizar internet como el sistema efectivo de peer-to-peer para su funcionamiento, sin depender de soluciones de terceros. Otra es XRP (antes llamada Ripple), la segunda moneda digital en capitalización del mercado, derivada también, como todas, del Bitcoin. Fue creada por la plataforma RippleNet en el año 2012 y se postula como el gran competidor del Bitcoin. Ethereum, por su parte, es una blockchain o una Tecnología de Contabilidad Distribuida. Fue concebida como una versión mejorada del Bitcoin para superar las limitaciones de su lenguaje de programación y propuesta por Vitalik Buterin, un desarrollador de criptodivisas. Dash es también conocida como Darkcoin y XCoin, y ofrece las mismas características que el Bitcoin, pero además tiene funcionalidades avanzadas, mientras que Litecoin (LTC) está inspirada y es idéntica en su aspecto técnico al Bitcoin, pero pensada para transferencias de poco valor.

Además, destaca Peercoin, también conocida como PPCoin y Coín Peer-to-Peer, que es la primera criptodivisa basada en una implementación combinada de proof-of-stake /proof-of-work system que hace que la verificación de las transacciones con esta criptomoneda sea más sencilla, y consume muchos menos recursos de computación que la que se realiza con otras monedas digitales.

La lista de las criptomonedas más conocidas se completa con Dogecoin, derivada del Litecoin, que tiene como logo un perro Shiba Inu de un meme de internet y fue creada por el programador de IBM Billy Markus con la intención de llegar a un número de usuarios mucho mayor que Bitcoin; Namecoin, la primera derivación que hubo de Bitcoin, pero con pequeñas modificaciones para anticiparse a problemas de escalabilidad (está limitado a 21 millones de unidades y se puede dividir hasta en 8 decimales); QuarkCoin, creada por el economista Bill Still con la idea de que pueda ser utilizada por cualquiera sin necesidad de poseer equipos especiales con una mayor seguridad y velocidad de las transacciones que Bitcoin; e Iota, enfocada al 100% al internet de las cosas, que ocupa en estos momentos el nº 7 en capitalización del mercado.

Se pueden conseguir bitcoins mediante la compra o intercambio de la propia moneda en portales especializados, pero es importante tener en cuenta que los bitcoins, o cualquier otra criptomoneda, son instrumentos complejos, que pueden no ser adecuados para personas sin los conocimientos suficientes, y cuyo precio conlleva un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total del dinero pagado para comprar las criptomonedas.

La entidad presidida por Ana Botín está comprometida en el asesoramiento a sus clientes es este universo. De hecho, Banco Santander facilita las consultas a través de Openbank, su banco 100% digital, o de Finanzas para Mortales, donde se puede resolver cualquier duda sobre este tipo de criptomonedas.