Cobra, la filial de ACS dedicada a ingeniería, instalación y mantenimiento industrial de infraestructuras, ha culminado la conexión de los 1.550 MW fotovoltaicos de potencia instalada que se adjudicó en julio de 2017, el 31% del total licitado. La compañía fue la gran vencedora de la subasta de renovables lanzada por el Gobierno de España y ha conseguido cumplir en plazo con el compromiso, pese a las dudas suscitadas inicialmente por parte de voces del sector. Con esta potencia instalada 1.550 MW, ACS se pone en cabeza del compromiso de España con la Unión Europea en instalaciones renovables conectando casi el doble con respecto a sus competidoras.

En total son 23 proyectos que oscilan entre los 40,18 MWp y los 493 MWp de la planta Mula, en Murcia. Otras 16 instalaciones fotovoltaicas, que suman 850 MW, se encuentran en Aragón, y cuatro proyectos más, en Alcázar de San Juan (Castilla-La Mancha). Todos los parque fueron inscritos en el régimen especial de la subasta entre julio y diciembre de 2019. En la construcción de las instalaciones, la compañía habría invertido alrededor de 1.100 millones de euros, a los que han de sumar 250 millones previstos para el mantenimiento de las instalaciones..

Cobra vendió a finales de 2018 la planta de Mula (493 MW) al fondo canadiense Northleaf Capital y el de Bonete (150 MW), al fondo israelí Helios. El resto de parques, Alcázar de San Juan (190 MW); el complejo Aragón en los municipios de Chiprana, Calanda de Samper y Escatrón (720 MW) han sido vendidos a Galp Energía.

Cobra tiene desarrollos por más de 3.200 MW para los próximos años. Por otro lado, Zero-E, empresa propiedad 100% de Cobra, es el vehículo que usa ACS para la promoción y desarrollo de activos renovables. La empresa tiene más de 6.000 MW en desarrollo por todo el mundo. Tras hacerse con los fondos reciclados de las recientes ventas de activos españoles, la compañía tiene la vista puesta en acelerar e intensificar su actividad en el ámbito de las concesiones renovables en los próximos años.