Según Industria cumple los requisitos de seguridad
El ministerio de Industria deroga el cierre de Garoña porque "cumple con los requisitos de seguridad" impuestos en 2009. Ya en 2006 Nuclenor, sociedad propietaria de la central, solicitó una prórroga de actividad más allá de los 40 años de vida, pero el anterior Gobierno le exigió unas inversiones millonarias en seguridad para conceder dicha prórroga. En 2009 el Gobierno de Zapatero, siendo ministro de Industria Miguel Sebastián, aprobó una orden por la que las centrales nucleares que superarn los 40 años de vida útil deberían cerrar por tener sistemas obsoletos.
Ahora el ministerio de Industria se ampara en un informe que Consejo de Seguridad Nuclear elaboró el pasado 17 de febrero en el que se explica que se requirió a los propietarios de la central de Garoña "la realización de pruebas de resistencia acordadas en el contexto de la Unión Europea, tras el accidente de la central nuclear de Fukushima, al igual que el resto de centrales nucleares españoles, y que éstas no han identificado debilidades relevantes que requieran medidas urgentes desde el punto de vista de la seguridad".
Dependencia energética
A pesar de que España produce más energía de la que consume (centrales térmicas, de gas, hidraúlicas, nucleares más todas las renovables), el Gobierno alega que España tiene demasiada dependencia energética del exterior (importación de gas y petróleo), por lo que no se puede permitir el cierre de Garoña porque la energía nuclear supuso el 20% de la que se produjo en España durante el año pasado.
La más antigua de España
La central nuclear de Santa María de Garoña está situada en la provincia de Burgos, muy cerca ya de Álava. Inaugurada en 1979 es la más antigua de España y el colectivo ecologista Greenpeace afirma que es muy similar a la de Fukushima, la central japonesa que en marzo de 2011 registró el accidente nuclear más grave accidentes de la historia desde el estallido de Chernóbil.
Sin embargo Nuclenor, a través de su director José Ramón Torralbo, además de mostrar la alegría de los propietarios, ha manifestado que la orden ministerial que revoca el cierre "es una oportunidad de focalizar todos los esfuerzos y las energías de la empresa en lamisma dirección: la fiaqbilidad de la planta".
Mientras los habitantes de la comarca burgalesa de Garoña se mostraban a favor de que la central nuclear siguiera funcionando, en el País Vasco la oposición es total. En los municipios alaveses limítrofes las manifestaciones ciudadanas pidiendo el cierre de la central han sido periódicas.
