El grupo automovilístico francés Renault anunció hoy que su beneficio neto se cerró en 2016 en 3.419 millones de euros, frente a los 2.823 millones del año anterior, lo que le supuso un aumento interanual del 21,1 %. Su facturación en ese periodo creció un 13,1 % interanual, hasta los 51.243 millones de euros, mientras que las matriculaciones avanzaron un 13,3 %, hasta los 3,18 millones de unidades. Esto le convierte, según su comunicado, en el primer grupo de automoción francés en el mundo.

El principal aumento en el número de matriculaciones provino de África, Oriente Medio y la India, así como de Asia y el Pacífico, regiones seguidas por Europa, mientras que las ventas en Eurasia y América apuntaron una "buena resistencia". El resultado de explotación se elevó un 50,9 %, hasta los 3.283 millones, y el resultado financiero, negativo, fue de 323 millones de euros, frente a la carga de 221 millones del año anterior, una evolución atribuida principalmente a la bajada de los productos financieros en Argentina.

El margen operacional del grupo, según su nota, se estableció en 3.282 millones de euros (un 38,2 % más), representando el 6,4 % de la cifra de negocios. La firma consideró que ha establecido este año "un nuevo récord", tanto en volúmenes como en facturación, y se han sobrepasado los objetivos del plan "Drive the Change".

La directora financiera, Clotilde Delbos, detalló ante la prensa que Renault está "muy contento" con estos resultados, pese a que en ciertos países de peso y que eran fuertes en el pasado, como Rusia, Brasil e Irán, todavía están a niveles más bajos que anteriormente, por lo que "todavía hay mucho margen de crecimiento".

Posible ruptura

El presidente del grupo francés de automoción Renault, Carlos Ghosn, señaló hoy que el japonés Nissan no ampliará su alianza con la firma mientras el Estado francés se mantenga en su accionariado.

En la presentación de los resultados del año pasado, destacó que la discusión de 2015 en torno al derecho de doble voto del Ejecutivo les convenció de que no iba a ser posible ninguna mayor consolidación mientras Francia siga teniendo una participación. "Nissan ha dicho claramente que no aceptará ningún movimiento en la estructura del capital mientras Francia sea accionista", señaló Ghosn.

El Gobierno francés anunció en abril de 2015 que el Estado había comprado un 4,73 % suplementario del capital de Renault, hasta sumar prácticamente un 20 %, con el declarado objetivo de defender los intereses públicos.

"El día en que Francia decida salir, todo está abierto. Y os puedo decir que no se tardaría mucho tiempo. Mientras esté ahí, la alianza se mantendrá tal cual", concluyó Ghosn, que insistió en que "los japoneses nunca aceptarían ser parte de una entidad en la que el Estado francés fuera accionista de activos japoneses".