La Agencia Tributaria califica los datos de los delitos de fraude fiscal en el ejercicio del año 2022 como "excepcionalmente elevados". Y no es para menos: ese mismo año los inspectores de Hacienda levantaron actas por delitos fiscales por más de 612 millones de euros. Así lo indican los datos de la Memoria Tributaria. Esta cantidad se aleja de forma significativa de los 156 millones de euros defraudados que se generaron el año anterior, en 2021. Así, se trata de la cuantía más alta desde 2011, cuando el fisco llevó a la Fiscalía una serie de delitos tributarios por un valor de unos 909 millones de euros en total.

Pero hay otra diferencia en la comparación entre este año y el 2011. En aquel año se levantaron 1.014 actas en total. En este 2024, la cantidad de informes de inspección han sido sólo 184 en conjunto. En consecuencia, los delitos fiscales tienen, de media, una cuantía de unos 3,3 millones de euros, mientras que hace más de una década esta era de unos 1,1 millones.

Menos delitos fiscales, pero cada vez más graves

Según los datos de los inspectores, lo habitual es que los delitos fiscales se sitúen en torno al millón de euros, lo que explica que las cuantías del 2022 sean tan inusuales. Así, las cantidades defraudadas medias se han triplicado.

En consecuencia, los delitos fiscales, si bien se han reducido en la última década, también son de mayor envergadura. Así, en los años de la crisis económica, hubo más actas, pero la cuantía por expediente era mucho menor. Fue entonces cuando el Ministerio de Hacienda intensificó la lucha contra el fraude fiscal, debido a la falta de recursos estatales y por la dureza de la propia crisis económica. No solo eso, sino que el propio Gobierno de España endureció las penas asociadas a los delitos fiscales agravados, es decir, de más de 600.00 euros. 

Por ejemplo, en el año 2012, se aprobó una norma que preveía un tipo agravado en el marco del artículo 305 del Código Penal. El objetivo de esta era tipificar los delitos fiscales de mayor gravedad o que tuviesen mayores dificultades para descubrirse, debido a que el contribuyente oculta información de forma deliberada. En este caso, se sancionan con seis años de pena máxima, lo que tiene aparejado el aumento del plazo de prescripción a diez años para dificultar la impunidad de estos delitos.

La mayoría de casos terminan en pactos 

Tal y como indican los datos de la Agencia Tributaria, las actuaciones de Vigilancia Aduanera en materia de delitos de fraude fiscal han implicado la remisión de otros cinco informes, por un valor de 10,5 millones de euros. A estos habría que sumar las 83 actuaciones adicionales por blanqueo de capitales, de un total de 216 millones de euros. Además, se han realizado 12 denuncias tempranas de delitos, es decir, sin actuación previa de procedimientos de comprobación. 

El Código Penal fija en 120.000 euros la frontera del delito fiscal. Estos casos cuentan con castigos que oscilan entre uno y cinco años de prisión, pero son casos excepcionales, ya que la mayoría de actuaciones acaban con pactos entre las partes. Además, la propia ley permite regularizar el dinero, siempre y cuando no se haya recibido un requerimiento previo por parte de Hacienda. Así, los casos que más destacan en los últimos años son los del exvicepresidente Rodrigo Rato, el del fundador de Bankinter Jaime Botín, el del entrenador de fútbol Carlo Ancelotti y el de la cantante Shakira, entre otros. 

Eso sí, también hay ocasiones en las que le varapalo se lo lleva la propia Hacienda, como fue en el caso de Xabi Alonso. Este Ministerio no siempre gana en todas y cada una de las acusaciones de delito fiscal. De hecho, tal y como muestra la memoria de la Fiscalía General del Estado, durante el año 2022 el total de sentencias dictadas en primera y segunda instancia por delitos contra Hacienda fue de 294. En su caso, el porcentaje de fallos con condena fue del 83%, de manera que el 17% de los presuntos delitos no fueron tales