Charles Michel, presidente de la Comisión Europea, ha repasado el acuerdo “histórico” alcanzado este martes entre los líderes europeos sobre el reparto de fondos europeos y el presupuesto comunitario, y ha admitido la condicionalidad de esta ayuda a que se hagan reformas nacionales. "La solidaridad funciona en dos direcciones: por un lado, hay dinero, financiación, pero por el otro hacen falta garantías de que las reformas se implementarán", ha defendido el belga en una entrevista con medios de comunicación que publica esta sábado ‘El Mundo’. "La cuestión era cuánto aportar y qué garantías existen de que ese dinero se usará para invertir y reformas", ha añadido.

Asimismo, Michel ha manifestado que se siente satisfecho por el acuerdo alcanzado, aunque ha admitido que hubo dos momentos de la cubre en los que vio peligrar las negociaciones. “El punto de partida de algunos países era que hubiera cero transferencias. No unas pocas, 1.000 euros, un millón, sino cero euros, y la única forma de convencerles de que aceptaran la idea, el concepto de transferencias y luego la cantidad, fue que hubiera un acuerdo antes sobre la gobernanza. Que se implementaran las necesarias reformas nacionales", ha recordado.

Por todo ello, ha querido destacar su apuesta “realista” para cerrar el acuerdo cuando avisó a los diferentes líderes de que estaban negociando “un MFF (presupuesto europeo) y un fondo, no reformando los Tratados”. En cuanto a la pregunta de “si hay veto o no”, Michel se ha limitado a decir que no han “cambiado los Tratados de la UE durante el fin de semana”.

En este sentido, Michel ha subrayado que “las recomendaciones son para 27 países, no para uno” y ha animado a leerlas “detenidamente” porque “todos los Estados tienen recomendaciones”. “Algunas hablan de reformas económicas, otras sobre el modelo fiscal, la tributación, etc.", ha añadido.

Por último, el político belga ha descartado la opción de que algún parlamento nacional –tienen que ratificar el acuerdo- bloquee el pacto alcanzado: “Hay una tradición que intento mantener: no abordar problemas antes de que existan. No subestimo la tarea: es nuestra responsabilidad como autoridades europeas explicar que decidir juntos es una necesidad. Hablar a los parlamentos. La mejor forma de combatir el creciente poder de las fuerzas extremistas es mirar a los ojos y decir que esto ha sido un éxito. No puedes resolver un problema dándole la espalda".