La singularidad de una persona, objeto o servicio es aquella cualidad que posee para diferenciarse del resto, confiriéndole un halo de distinción y atracción. Ser único, en cualquier ámbito, conlleva una cierta responsabilidad de haber sido el primero, manteniendo los principios originales y avanzando hacia la excelencia para seguir satisfaciendo a tus seguidores.

Cuando un producto es singular, se populariza y es ampliamente aceptado por la población, es fácil que su marca comercial se integre en el lenguaje cotidiano y se vuelva nombre genérico. Es un efecto que puede ocurrir con aquellos productos pioneros en un determinado mercado, los originales.

Este es el caso de la marca comercial AVE, registrada por Renfe en la Oficina de Patentes y Marcas de España, con Certificado de Registro a nivel europeo a través de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Desde su estreno en 1992, el éxito del AVE ha sido tan rotundo que, no solo se ha convertido en el principal embajador de la Marca España, sino que, en nuestro país, se usa habitualmente como sinónimo de alta velocidad ferroviaria. La propia RAE recoge el término en su Diccionario, que define como “Tren de gran velocidad”, después de recordar que se trata de una marca registrada.

De forma incorrecta, AVE se utiliza indistintamente para designar tanto los trenes - españoles o extranjeros-, como las infraestructuras. Todos hemos escuchado en alguna ocasión expresiones como “la construcción del AVE”, “el AVE del desierto” o “la estación del AVE”. Y, más grave aún, con la llegada de operadores privados al mercado español, “el AVE privado” o “el AVE de otras empresas”.

Queda claro, por tanto, que AVE, no hay más que uno y es erróneo y lleva a confusión utilizar este término para denominar cualquier otra cosa que no sea el servicio de alta velocidad de Renfe. Un servicio original, diferenciado y con una sensibilidad especial para garantizar la movilidad de millones de personas por todo el territorio.

La liberalización ferroviaria, vigente desde diciembre de 2020, ha comportado que la ciudadanía tenga nuevas opciones a la hora de desplazarse en tren. Para Renfe, constituye una oportunidad para seguir mejorando y reforzar su apuesta de servicio. Porque AVE, también en Tarragona, no hay más que uno.

Sonia Araujo, directora general de Renfe Viajeros