Mariano llego al barrio vallecano de Palomeras como muchos otros, de la mano de unos padres que huían del campo y buscaban construir una casa baja con sus propias manos en las zonas más humildes de Madrid. Sin embargo, un gesto de caridad de unas monjas les evitó este paso por el barro que la posguerra y la Transición servían a unos pocos y les ubicó en un piso de renta antigua. Más de 50 años han pasado de aquello y Mariano ya es un ilustre de Vallecas, aunque podría verse en la calle este jueves.

Un vecino de toda la vida, igual de precario, pero más envejecido y enfermo, que una familia de aristócratas cercanos a Franco quiere desahuciar. La miseria de los tiempos del dictador obligó a su familia a emigrar a la capital y Carmen Elzaburu Márquez, a cuya boda con el marqués de Huétor de Santillán acudió Franco, quiere ahora desalojarle. Poco importa que Mariano sufra una enfermedad coronaria, incapacitante para el trabajo, y necesite un respirador para dormir; o los cotos de caza, clubs exclusivos y más de una decena de pisos propiedad de los aristócratas.

Los Díez de Rivera Elzaburu son un gran propietario, con al menos 13 viviendas y 3 espacios hoteleros/hosteleros que suman un total de 2.460 metros cuadrados, según los datos de PAH Vallekas, además de cotos de caza en Ciudad Real, Córdoba y Toledo y el exclusivo club Puerta de Hierro de Madrid. No obstante, no han seguido el proceder al que obliga la Ley de Vivienda, asegura la asociación, y apuntan a que la demanda que se quiere llevar por delante la vida de Mariano es una burda construcción.

El inmueble cuenta con una renta antigua por la que Mariano paga 17 euros al mes, sin haber dejado de abonar la mensualidad en ningún momento. Sin embargo, el cierre del banco en el que la renta de la casa estaba domiciliada obligó a unos cambios rápidos que retrasaron escasamente el pago. Una vez realizados, se abonaron los pagos correspondientes y el vecino se puso al corriente. No obstante, la administración no emite recibos ni facilita una cuenta a Mariano para realizar los pagos, con una clara intención de construir un impago para expulsar al inquilino.

Vallecas no puede ser el coto de caza de familias aristocráticas

El inicio del proceso lo posibilita el Juzgado de Primera Instancia número 1, que aceptó la demanda de la propietaria Carmen Elzaburu Márquez, de 94 años, contra un albañil que se encuentra de baja desde 2023, pero no percibe ningún ingreso por la falta de acuerdo entre la Mutua y la Seguridad Social. Mariano tampoco cuenta con alternativa habitacional y es un claro caso de vulnerabilidad y, aun así, nunca ha dejado de abonar la renta. En consecuencia, desde PAH Vallekas creen que detrás hay algo más.

Pugna entre aristócratas y desprotección pública

En la primera demanda de impago contra el vecino vallecano, la propietaria otorgó poderes a seis de sus hijos, entre ellos al presidente del despacho Elzaburu, con el que ElPlural ha intentado contactar, pero no ha sido posible antes de la publicación de este artículo. “Es fácil intuir que detrás del interés del clan Elzaburu en torno a este piso de 70 metros cuadrados en uno de los barrios más humildes de Madrid están las miserias del reparto de la herencia en una familia especialmente extensa, dueña de activos poco líquidos y prominente en una industria -la de la propiedad intelectual- donde no debe ser fácil colocar al nieto bohemio”, desliza PAH Vallekas.

“La gestión del family office de los Díez de Rivera Elzaburu se pone por delante de los intereses de los vallecanos”, continúan desde la asociación barrial. Gran parte de la culpa, más allá de los intereses especuladores de grandes familias, recae sobre las administraciones públicas. “Una vez más nos encontramos frente a los límites institucionales para hacer frente al problema de la vivienda y los desahucios”, denuncian desde PAH Vallekas. “Ni el Gobierno central, ni el autonómico ni el municipal trabajan para los intereses de los no propietarios, sino para el de los propietarios”, añaden.

La organización, igual que otros muchos sindicatos de clase y agrupaciones vecinales, considera papel mojado la ley de Vivienda y el decreto de paralización de desahucios. “La ley de vivienda hace aguas, el escudo social deja fuera de la protección frente a desahucios a al menos el 75% de los que se enfrentan a un desahucio judicial, la ley mordaza sigue aplicándose para multarnos por resistir desahucios”, explican. Con todo, para PAH Vallekas los Gobiernos progresistas “son igual de responsables” que el de Isabel Díaz Ayuso y el de Jose Luis Martínez-Almeida de esta situación.

Un desahucio doble

La situación de Mariano se torna aún más dramática al sumar una nueva variable a la ecuación: en la casa de la calle Malgrat de Mar vive también otro vecino vallecano que fue desahuciado en octubre junto con su mujer e hijos de su hogar en San Diego, otro barrio vallecano. “Nos suelen decir ‘pues mételos en tu casa’, pero no tenemos casa y aun así hacemos de nuestras casas hogares para otros compañeros”, exponen desde PAH Vallekas. El caso de Mariano es uno más de los múltiples que sufren los barrios, pero tiene algo especial.

Defender a Mariano es defendernos todos: frente a quienes nos quieren culpar de nuestra situación, no organizamos y damos las soluciones cuando somos nosotros quienes estamos viviendo el problema. Mariano es un ejemplo para la PAH (de la que es militante), para el movimiento de vivienda y para todos los vallecanos”, sentencian desde la organización, que llaman a acudir a frenar el desahucio este jueves a las 9:45 horas en el número 8 de la calle Malgrat de Mar. “Vallecas no puede ser el coto de caza de familias aristocráticas, ni de los negocios y de las aspiraciones de sus herederos”.