El hombre que envió una navaja aparentemente ensangrantada en un sobre a la ministra de Industria, Reyes Maroto, no fue privado de libertad ni detenido en ningún momento sino que se presentó este martes por su propio pie en dependencias policiales, declaró ante agentes tanto de la Policía como de la Guardia Civil y ha quedado en libertad, sin medidas cautelares, a la espera de ser citado por el juez, según han explicado fuentes jurídicas, quienes destacan además que ha pedido perdón.

Añaden además estas fuentes que el hombre, vecino de El Escorial (Madrid) tiene graves problemas de salud, no solo mentales, por lo que su declaración fue "muy complicada", y que en esta misma semana se presentaran informes médicos que avalarán la enfermedad que padece, y que ha tenido que ser ingresado con anterioridad por esquizofrenia no controlada con tratamiento.

Por otro lado, en relación al sobre que envió a la Embajada de Turquía - ha reconocido que también fue él - y que iba dirigido al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en su declaración ante la Guardia Civil de este mismo martes se abrió la misiva y se pudo comprobar que contenía un libro relacionado con el atentado del 11-M "muy subrayado", con varios dibujos que reflejaban dolor, soledad y angustia, y con muchas anotaciones a modo de "informe de inteligencia", muchas de ellas ininteligibles.

Estas mismas fuentes indican que es muy probable que en los próximos días aparezcan más cartas dirigidas a diferentes personalidades políticas dado que el hombre no solo se habría limitado a interpelar a Maroto y Erdogan, sino que envió "muchas más". Y consideran que esta persona es inimputable, no puede ser objeto de acción penal, habida cuenta de sus problemas de salud, por lo que apuntan a un archivo rápido del caso.

En caso de que no sea así, todo apunta a que la defensa solicitará un informe forense a los juzgados para que el juez competente pueda decidir al respecto.