La herencia del expresidente de RTVE, José Antonio Sánchez, es costosa. Ha dejado un ente público sin rumbo, con unos informativos en los que imperan la manipulación y la censura, hasta tal punto que, la Comisión de Peticiones de Bruselas pidió al gobierno que presidió Mariano Rajoy, explicaciones ante todas las denuncias detalladas por el Consejo de Informativos de la radio televisión pública española. A esto hay que unir la costosa contratación a productoras privadas de programas de calidad cuestionable y dudosa legalidad como ‘ 'Hora Punta', conducido por Javier Cárdenas. Hasta ahora este programa, se emitía de lunes a jueves con un coste aproximado de 40.000 euros por entrega, esto es, aproximadamente 160.000 euros por semana. El pasado martes, 3 de Julio, el presentador anunciaba el “ fin de etapa “ de su programa, al tiempo que comunicaba su vuelta para el mes de Septiembre.

La cuestión es que el programa se ha acabado pero Cárdenas se queda, ya que el que bien podría denominarse como su ‘buen amigo‘, José Antonio Sánchez, se ha encargado de renovarle contrato. Esta vez las condiciones cambian, son todavía más jugosas, dado que su regreso será con un único programa semanal que costará al erario público, la nada desdeñable cifra de 150.000 euros por emisión.

Única entrega justificada por pluriempleo

El conductor del programa ha justificado el reajuste contractual porque combina la presentación de ‘ Hora Punta ‘ con su programa de radio en Europa FM : "En septiembre no estaremos cada noche con ustedes. Muchos sabéis que hacemos radio cada mañana y que al final es cuestión de energía y de poderte dedicar en cuerpo y alma. Estaremos un día a la semana y en un horario distinto, pero quédense con nuestro agradecimiento de parte de todo el equipo".

Todo esto, podría ser más o menos asumible, si los costes no fueran tan elevados, además de no ser pagados a la productora de un presentador; a lo que hay que añadir, que el programa que termina no fuese una fuente continua de malas prácticas sensacionalistas. No hay más que recordar las mujeres en body en un espectáculo de magia, hasta la divulgación de teorías pseudocientíficas, que conllevaron las protestas por parte de la comunidad científica, pasando por la emisión de un monográfico sobre el 25 aniversario del secuestro de Mª Àngels Feliu, la farmacéutica de Olot, donde se le preguntó a uno de sus secuestradores: “¿llegaste a enamorarte de ella?”.

Esto es lo que podríamos denominar la antítesis de la información y los valores en una televisión pública. Si como sociedad tenemos el derecho a recibir una información veraz, hecha por profesionales que tengan como premisa el periodismo ético, quizás ha llegado el momento no solo de plantearnos si los medios de comunicación públicos, que sufragamos con nuestros impuestos, cumplen con su función, sino de preguntarnos si en casos como este estamos ante una malversación de fondos públicos.