"Los afiliados, simpatizantes y votantes del PP están preocupados por la creciente nebulosa que se ha ido extendiendo esta semana sobre un asunto para el que el silencio en el que se ha refugiado la cúpula del PP no es la mejor respuesta".
Sin embargo este reproche se queda en simple pellizco cuando subraya en el mismo editorial que los presuntos delitos, si los hubiere, habrían prescrito. ABC, además, lanza sombras sobre el juez Ruz y apunta a que no es ocmpetente para el caso:
"Ha optado por una solución procesal un tanto peculiar, al abrir una pieza separada para esas anotaciones atribuidas a Bárcenas, distinta de la pieza principal del caso Gürtel. No parece entonces que la conexión entre una cosa y otra sea especialmente intensa, porque, en otro caso, lo lógico habría sido unirlas en una sola investigación. Además, esta tramitación separada de ambos expedientes permitiría incluso cuestionar la competencia de la Audiencia Nacional".
Mientras tanto, Francisco Marhuenda sigue haciendo campaña a favor de su antiguo jefe Mariano Rajoy y no duda en taparse los ojos con el escándalo Bárcenas reconvertido en La Razón en el asuntillo de las "fotocopias". Con una nueva portada de antología, no ve apenas notica en el informe policial que conecta las "fotocopias" con la trama Gürtel. Sin embargo sí que da importancia a otro sobre las reformas en la casa de José Blanco. "La UDEF halla nuevos indicios para acusar a Blanco de cohecho", asegura en grandes titulares. Da igual que el exministro haya entregado las facturas de las reformas de su casa y que la valla que pagó el Partido Socialista con cargo una partida del ministerio del Interior para seguridad de sus dirigentes o que un informe polical recomendara reforzar la vivivienda, Alfonso Merlos lo tiene claro, es un "caradura".
El Mundo también abronca a Rajoy por su actitud. “El juez Ruz hará el trabajo que no quiso hacer el PP”, titula su editorial en el que insinúa que ha vencido la estrategia Bárcenas de "intentar diluir sus responsabilidades en una eventual financiación ilegal del partido, que él conoce mejor que nadie, y el pago de sobresueldos". Pedro J. reprocha al PP que haya picado en el anzuelo haciendo el juego al extesorero:
"Optó por un simulacro de investigación interna para tapar esa posible financiación ilegal. Está claro que a Rajoy y a la dirección del partido les importaba mucho más ocultar sus posibles vergüenzas políticas que indagar sobre el origen de la fortuna de Bárcenas y perseguirle por haber desviado dinero del PP a su bolsillo. Ahora es ya demasiado tarde y será la Justicia quien haga ese trabajo”.
