Iñaki Gabilondo ha focalizado su columna de este miércoles en el caso Bateragune, nombre con el que se acusó al ahora secretario general de Bildu, Arnaldo Otegi, por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna en 2008 para formar una "alianza independentista" siguiendo órdenes de ETA. En 2011 fue condenado por diez años de cárcel (que se quedarían en seis) por este hecho.

El lunes el Tribunal Supremo ordenaba a la Audiencia Nacional repetir el juicio después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anulara dicha condena.

El movimiento por el que se acusa a Otegi se hizo con el pretexto "ampliamente conocido", como indica Gabilondo en su escrito, de dejar atrás la violencia. Por ello, el periodista mantiene en su columna que este caso no es sino "un desenfoque de la realidad vivida en Euskadi en esos años" y que interpretó "de forma absolutamente equivocada lo que estaba ocurriendo".

Aunque las razones que llevaron a Otegi y otros miembros de la izquierda abertzale a querer recurrir a las vías políticas "no eran la contrición ni el arrepentimiento", dice Gabilondo, lo importante era el objetivo último de estos: dejar atrás la violencia

Lejos de mostrarse cercano al movimiento vasco más radical, Gabilondo defiende que la sentencia fue y será un error en caso de que esta salga finalmente adelante (cabe destacar que el líder de EH Bildu ya ha cumplido la sentencia).

 "No es fácil para un periodista no afecto a la izquierda abertzale decir algo en favor de Arnaldo Otegi, pero debo ser consecuente con lo que creí y con lo que creo", ha expresado Gabilondo. 

"Otegui merecerá los juicios más severos por muchos de sus actos. Se los hicimos, se los hacemos y se los seguiremos haciendo, pero no por el caso Bateragune. Con la perspectiva que dan los años, la Audiencia Nacional debería releer sus razonamientos con otra mirada y tal vez llegar a otras conclusiones", concluye el periodista.