Antes de entrar en materia habría que dar un tirón de orejas al portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, por defender la existencia de un subgrupo de pijos (él los llama ‘pijos ácratas’) que la ciencia sociológica no contempla en la actual clasificación de estos especímenes.

Definición de ‘pijo’
La sociología consensua que los pijos son unos elementos singulares, elitistas, por lo general urbanitas, ególatras, satisfechos con su imagen y con un ego reforzado por la fortuna familiar y edulcorado por los zalameros cumplidos que les prodiga el servicio doméstico (sobre todo la tata, la única desclasada a quien permiten el tuteo) desde la infancia. En sus relaciones interpersonales, los pijos son rematadamente clasistas, propensos al trato corto y distante con las castas inferiores y crueles con los advenedizos a quienes rechazan con abierto desdén.

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