Dice mi amigo Alfonso Azuara: “Entre el honor y el dinero, para casi todos, lo segundo es lo primero”. Y aunque sea de Teruel (maño de tercera), siempre tiene razón. Pues sí, Puyol últimamente, como tiene que justificar su nuevo cargo en Can Barça (adjunto a Andoni Zubizarreta, director deportivo del FC Barcelona), hace lo que le mandan. Y lo que más le conviene. Es lo que toca.

Puyol nunca mordió
Siempre dio la cara y no se comportó de forma cobarde. Y se rompió la nariz, la cabeza y se dejó los cataplines por el club de su vida, el Barça, y por la Selección. Por eso –aunque los políticos de CIU y de Esquerra hayan querido utilizarlo dese los tiempos de María Castaña nunca se ha dejado manipular– es un referente para la afición española.

Toca justificar a los vampiros
No entiendo a Carles Puyol. Lo ha ganado todo y es ídolo de los ‘culés’ y, como Casillas, Iniesta, Del Bosque o Luis Aragonés, de por vida, uno de los intocables de los aficionados españoles. Por eso, si acaba de colgar las botas y si tiene cuatro años de contrato como adjunto a dirección deportiva (los socios del Barça deben saber que en cuatro años le pagarán el contrato de dos años que tenía firmado como jugador profesional. Es decir, aquí nadie regala nada) ¿por qué se mete en estos berenjenales defendiendo al nuevo Vampiro del Camp Nou?

“Puyi se vende como todos”
Me comenta un expresidente del Barça, conocedor de lo egoístas que son los futbolistas profesionales (aunque tengan pasta gansa en su cuenta bancaria) y de lo que padecen cuando deja sonar su teléfono una vez retirados. Lo entiendo, pero me sirve. ¿Por qué? La afición española, la que se emocionó con el mágico cabezazo de Puyol en la semifinal del Mundial de Sudáfrica, debe saber que Puyol, el de la melena al aire, es como todos. Y una vez retirado, se arrima al sol que más calienta. Es decir, lo que importa es la buchaca.

Lo importante, quedar bien
"Luis Suárez es un grandísimo delantero. He jugado contra él y es muy difícil de marcar”, afirma desde Andorra el ex capitán del Barça. Damos por hecho que Puyol, las veces que tuvo que marcar al uruguayo, futuro delantero del FC Barcelona, no le dio ningún mordisco. Dando por hecho que Carles, al que he admirado, era un futbolista de honor y que todo lo que pasaba en el terreno de juego no trascendía, ¿en el supuesto de que Luis Suárez en su día le hubiera dado un mordisco (¿por qué no, si ha mordido la yugular de todo hijo de vecino?) ahora es ya es adjunto al director deportivo del FC Barcelona lo seguiría defendiendo? Otra cosa, ¿por qué todos los jugadores del Barça organizan todos sus campus y compadreos en Andorra y no en Santa Coloma o Badalona? ¿Solo les interesa dar clases en los paraísos fiscales? ¡Y se creen que Montoro y sus chicos se chupan el dedo!

Posdata: Del Bosque tiene razón. En Brasil dijo de alguno de sus internacionales: “Van a lo suyo y defienden sus intereses, yo defiendo al grupo y al equipo”. ¡Pues imagínense como se comportan los que se acaban de retirar!