Desaparecido desde hace una semana, canceladas entrevistas con la prensa y sin comparecencias públicas, este miércoles el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, vuelve al foco mediático después de que estallara su desencuentro con Ferraz en torno a las primarias del partido en la comunidad, convocadas en “modo exprés” antes del Congreso Federal y que la ejecutiva de Pedro Sánchez anuló el 4 de octubre.

Si su primera estrategia fue la de recorrer platós, la segunda es la de la ‘gota malaya’ en segundo plano, intentando sumar apoyos, agrupación por agrupación, asamblea por asamblea, por todas las provincias de la comunidad más grande de Europa, con el objetivo de hacerse fuerte mientras el partido, desde su sede nacional, decide si plantea alternativas al máximo cargo de responsabilidad en el PSOE castellano y leonés, nombres de futuribles candidatos a suceder a Tudanca, o decide la fecha de unas primarias cuya celebración censuró antes del congreso de Sevilla de finales de noviembre.

“No nos dejan votar, de momento”

Ha sido la secretaria de Organización socialista en Castilla y León, Ana Sánchez, quien le ha puesto voz al anuncio de contraataque: “No nos dejan votar de momento, pero nadie puede impedir el debate interno”, un debate que comienza Tudanca en su provincia, Burgos, este mismo miércoles para dirigirse después a León, feudo disputado por sus partidarios —los del alcalde de la capital, Jose Antonio Diez— y sus detractores, los del secretario general socialista, Javier Cendón, diputado nacional y más que próximo a la cúpula socialista de Ferraz.

“Cuatro en un despacho en Madrid no representan a 10.000 militantes”

Así pues, Tudanca recorrerá, granito a granito, el territorio en pos de un debate, dice su mano derecha, en asambleas abiertas y “en contacto directo con nuestros militantes”, en el que pretende resolver “todas sus dudas y hablar sobre el modelo de partido que queremos para los próximos años y también sobre el que no queremos”, así como sobre “el proyecto de presente y futuro para nuestra tierra”, ha dicho Sánchez.

“En tanto Ferraz decide cuándo y con qué procedimiento nos devuelve la oportunidad de votar en primarias”, dice la número dos de Tudanca, “vamos a votar entre todos, porque once no representan a 42; catorce no representan a cientos y cuatro en un despacho en Madrid no representan a 10.000 militantes”.

Un ejercicio de democracia interna entre todos

Sánchez añade que mientras la cúpula federal decide cuándo los militantes de Castilla y León pueden votar, “entre todos vamos a hacer un ejercicio de democracia interna”.

La dirigente en la comunidad afirma estar segura de que llegará ese momento en el que puedan decidir, pero, por el momento, votarán “en libertad”, una vez acatada la interpretación que no comparten de los estatutos que invita a “solventarse en diferido”.

El equipo de Luis Tudanca, concluye, se seguirá dedicando “a trabajar por Castilla y León, en Castilla y León y por los castellanos y leoneses”, con su militancia “formada, informada y con derechos”.