El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, tiene en estos momentos dos querellas sobre la mesa. El primer organismo que denunció al responsable del PP en la Comunitat fue Iustita Europa y, el otro, Compromís. Ambos contemplan el “homicidio imprudente” en las acciones del político sobre la DANA con el atenuante de la omisión de socorro.
La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) admitía a trámite el pasado lunes el texto interpuesto por la primera de las organizaciones, un movimiento político que evita definirse en el espectro ideológico tradicional como sí hacen Vox o Manos Limpias, el pseudosindicato que monitorizó la denuncia contra Begoña Gómez.
En su caso, apuntan tanto al Ejecutivo de la Comunidad Valenciana como el Gobierno Central, si bien consideran que el primero es el principal responsable. “La estrategia jurídica queda coja” y “demuestra un uso partidista de la justicia”, dice el abogado de estas siglas, Luis María Pardo, a su vez presidente del colectivo.
Un proceso largo y complicado
El Letrado de la Administración de Justicia de la Sala emitía diligencias de ordenación tras la admisión para pedir a los querellantes que, en un plazo de diez días -esto era el pasado 11 de noviembre- complementasen el apoderamiento presentado para interponer la señalada querella, según informaba el TSJVC en un comunicado.
Esto se debe a que el poder presentado es genérico y la doctrina imprudencial exige que ese apoderamiento sea “concreto, un poder especial, en el caso de un hecho punible determinado, con indicación de las personas contra las que se dirige la querella” (artículo 277.7 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
El TSJVC ya ha dado traslado a la Fiscalía para que se pronuncia y decida si está a favor o en contra de que se inicie una investigación. No hay nada que garantice la instrucción, que se augura larga y compleja, vincule a los políticos con una negligencia de entidad suficiente para atribuirles, por ejemplo, delitos asociados con el homicidio imprudente.
Penas que contempla el homicidio imprudente
La pregunta que cualquiera se puede hacer es, en el hipotético de que las querellas prosperen, a qué pena se enfrenta Carlos Mazón.
La respuesta tampoco resulta nada sencilla, dado que la pena vinculada con el homicidio también depende de varias cuestiones, siendo la principal la gravedad de la imprudencia cometida y las circunstancias que rodean al caso. Así las cosas, por lo general el Código Penal establece penas de prisión que van desde uno hasta cuatro años, si bien se podrían incrementar en el supuesto de agravantes o atenuantes.
El homicidio imprudente aparece regulado en el artículo 142 del Código Penal, donde se establece que quien cause el fallecimiento de otra persona por imprudencia grave será castigado con pena de prisión de uno a cuatro años. Si bien el texto jurídico por excelencia dicta asimismo que los supuestos de imprudencia menos graves pueden conllevar multas e inhabilitaciones.
El caso de la gestión del Gobierno autonómico con la DANA se podría enmarcar en aquel que se produce cuando el autor de los hechos omite el deber de cuidado que debía observar según las circunstancias y la naturaleza de la actividad que realizada. Es aquí cuando, si la imprudencia es calificada como grave, el autor o autores de la misma puede ser castigado por una pena de entre uno y cuatro años de prisión.
Por el contrario, si la imprudencia es leve -cuando el autor o autores no observan las precauciones exigibles, pero sin llegar a constituir una infracción grave del deber de cuidado- el Código Penal contempla penas del mismo carácter, como multas o inhabilitaciones.
Entre los factores que decantan la balanza hacia uno u otro extremo de gravedad se encuentran el grado de culpa de la persona o personas implicadas, la existencia o no de antecedentes y la reparación del daño causado a la víctima o familiares.
Asimismo, el autor del homicidio imprudente puede ser condenado también por la omisión del deber de socorro. ¿Qué es este concepto? La omisión del deber de socorro se da cuando después de causar la muerte de una persona de manera imprudente, la persona condenada se negó además a prestarle ayuda o solicitarla, lo cual agrava las consecuencias del delito. En este caso, evidentemente, la pena podría incrementarse.
Dentro de los tipos de homicidios se localiza el homicidio por imprudencia profesional, que es aquel que se da cuando la muerte de una persona es causada por la negligencia o la imprudencia de un profesional en el ejercicio de su actividad. En estos ejemplos, además de la pena de prisión, el autor puede ser condenado a la inhabilitación para el desarrollo de sus labores por un período determinado.