El negacionismo del cambio climático de Vox condiciona a diario las políticas del Partido Popular. Un claro ejemplo lo tenemos en la Comunidad Valenciana, donde el apoyo de la ultraderecha para investir un nuevo presidente de la Generalitat está condicionado, entre otras cosas, a que el los de Feijóo no tengan pudor en mostrar su oposición a lo dicta la ciencia.
Pero hay muchos otros. En las Islas Baleares, sin ir más lejos, esta misma semana ambas formaciones han tumbado una propuestade ley impulsada por las fuerzas progresistas, Grupo Parlamentario Socialista, Més per Mallorca, Més per Menorca y Unidas Podemos, para impedir que se pueda construir en áreas de prevención de riesgo como son las zonas inundables o con riesgo de incendios, deslizamientos o erosión. El texto planteaba limitaciones en la construcción, así como en la conversión de locales comerciales en viviendas en estas áreas.
En mayo de 2024, el Gobierno de Marga Prohens dio un mazazo a las políticas protectoras impulsadas en la anterior legislatura "volviendo a poner todo el suelo rústico de las Islas a la venta, de manera que se permite construir en todas las zonas de riesgo", recuerda la diputada socialista Mercedes Garrido, que subraya que esto afecta a más de 52.000 herctáreas de terreno, un 15% del suelo rústico.
"Decidió que es más importante un negocio que la seguridad de los ciudadanos", enfatiza, precisando que lo ha vuelto a demostrar ahora impidiendo una medida dirigida a garantizar la protección de las personas y bienes.
En este contexto, Garrido precisa que cuando se habla de cambio climático, "lo que no es posible es negar la evidencia y hacer ver que no existe, para no tomar las decisiones adecuadas para evitar situaciones de peligro". Así, subraya que “el diagnóstico científico dice claramente que el Mediterráneo es una de las zonas con más peligro, más amenazadas por el cambio climático”. Esto hace necesario “tomar medidas valientes y contundentes”, pues “la emergencia climática mata, y es responsabilidad de todos paliar estas graves consecuencias contra la vida de las personas, los bienes y el medio ambiente”.
Los socialistas critican la "actitud irresponsable" del Partido Popular y advierten de que esta "tiene consecuencias de presente y de futuro”.
En una línea muy similar se pronuncia el diputado de MÉS per Mallorca, Ferran Rosa, que recalca que "nuestra historia está llena de errores en el urbanismo que pueden suponer impactos negativos materiales y personales". Desde esta formación lamentan que el Govern aprobara el pasado año el decreto que establece limitaciones en la construcción en zonas inundables por estética política y no por convicción y que no contemplara todas las zonas de riesgo.
El diputado de Unidas Podemos, José María García, por su parte, se pregunta si tiene que ocurrir una tragedia para actuar e incide en que "podemos seguir y lamentar o tomar en cuenta una medida pensada para proteger"
Los argumentos de las derechas
Vox argumenta su rechazo a la norma esgrimiendo que técnica y jurídicamente es deficiente y que supodría un grave perjuicio social y económico para Baleares. A su juicio, no solucionaría los problemas que "desde hace siglos se generan cuando la naturaleza discurre sin control y busca salidas naturales en consonancia con las respuestas típicas de cada estación del año".
Desde el PP, defienden que el decreto existente ya establece un marco riguroso, completo y suficiente, a lo que añaden que cualquier proyecto quq se quiera llevar a cabo en zonas de riesgo ha de contar con un informe favorable.
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