Para vencer, primero hay que convencer y parece que ese será el modus vivendi de Óscar López en la Secretaría General del PSOE-M. Los socialistas madrileños afrontan este fin de semana (1 y 2 de febrero) un Congreso regional que ratificará al ministro de Transformación Digital y Función Pública como su nuevo jefe de filas. Un liderazgo que cuenta con la potencia que concede el motor Moncloa, así como una larga trayectoria en la fontanería de la política, que definen el carácter cerebral del nuevo rumbo que adoptará la sucursal socialista en una región dominada por la “antipolítica” de Isabel Díaz Ayuso. Según desgranan fuentes de la dirección, será precisamente este el leitmotiv de la nueva regencia: edificar un proyecto para “sumar a mucha gente” y cambiar Madrid. Es decir, no rehuir el cuerpo a cuerpo y dar la batalla ideológica frente a la “desafección” que promueve la “internacional ultra”.

El objetivo es palmario, pero también complejo. En la dirección son conscientes de la dificultad que entraña la tarea, pero el ambiente de “ilusión” que se respira para este Congreso Regional, que no es sino el punto de partida de una carrera de fondo. En el PSOE-M saben que tienen un “tiempo razonable” para culminar el proyecto que arrancará este mismo fin de semana y la primera piedra es orgánica: la salubridad del partido. Voces próximas a Óscar López deslizan que una formación que no está bien es sinónimo de derrota segura. De hecho, subrayan que es “condición sine qua non para ganar” que el partido esté unificado y sano. Por ello, la primera piedra pasa por la reestructuración tras un “episodio convulso” del que, por otro lado, apuntan que han sabido reaccionar a tiempo.

Simbolismo por doquier

La reconstrucción se acomete desde el plano de la “unidad”. Buscar una organización monolítica y que sume al ‘todos a una’ es crucial para hacer girar el eje sobre el que pivotará la nueva etapa del PSOE-M: combatir el debate de la antipolítica que Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez han inoculado en Madrid. Detectan que esa estrategia ha provocado un desgaste en caladeros de voto históricamente socialistas, como Leganés, cuya recuperación es una de las máximas aspiraciones de la nueva dirección. De hecho, el cónclave regional tendrá en este municipio su escenario principal que, a la postre será la universidad pública Carlos III. Un doble mensaje que evidencia las intenciones de la nueva ejecutiva de priorizar los debates a los que el PP no quiere entrar. Es decir, cuestiones competenciales como Sanidad, Educación, residencias

La elección de Leganés y de la Universidad Carlos III no es peregrina. La idea de hacer del municipio como escenario del cónclave regional implica, según apuntan las fuentes consultadas, la aspiración de López para recuperar territorios del Cinturón Rojo que son cruciales para, como mínimo, rasgar el cristal de una Ayuso enfrascada en “desmovilizar el electorado” de estos territorios que el PSOE se guarda en el saco habitualmente. Prueba de ello, exponen estas mismas voces, es el resultado de la papeleta socialista tanto en las generales del 23 de julio de 2023, como en los pasados comicios europeos. “Cuando se ha hecho una apuesta fuerte y de frente, la gente ha respondido”, resumen, haciendo hincapié en el tropezón de las municipales y autonómicas.

Asimismo, se plantea la guerra cultural desde el minuto uno, situando como escenario principal del fin de semana socialista a una universidad pública, esquilmadas por las políticas del PP de Ayuso, según denuncian en Buen Suceso. Y es que el planteamiento de la lideresa regional fomenta el deterioro sostenido de lo público frente al robustecimiento del proyecto privado. Una apuesta que, según estas fuentes, conduce a la “desigualdad” pese a los datos de crecimiento que se anota la región. Es esta, insisten, la guerra ideológica que deben plantear en Madrid y que ya parte con la propuesta de una moratoria para que se desista en la construcción de universidades privadas mientras se infrafinancia -o se ignora- el sector público.

 Desde la Ejecutiva transmiten la idea de un PSOE-M que no se limite a denunciar “lo que está mal”, sino que esa estrategia de confrontación incluya un despliegue de iniciativas  ambiciosas. Sobre todo en materia de Vivienda, que identifican como el principal problema de los madrileños. “Nos desgañitaremos a hacer propuestas en este sentido, pero no sólo para la aplicación de las políticas de Estado, sino para estimular nuestra alternativa”, exponen fuentes próximas al ministro, que a su vez apuntan a la presencia de la ministra del ramo, Isabel Rodríguez, en las mesas redondas del Congreso, a las que acudirán alcaldes y alcaldesas de la región que están impulsando la construcción de vivienda pública de alquiler asequible.

Mensajes directos a Sol

Otra de las mesas sectoriales del cónclave, pero que también es una declaración de intenciones del nuevo proyecto socialista, será la que han bautizado como La izquierda valiente y que tendrá al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero como maestro de ceremonias. La dirección del PSOE-M desliza que sobre este lema pivotarán los próximos años de la formación, aprovechando cada resquicio para desbaratar el mensaje de la Puerta del Sol “sin callarse y ganando las elecciones a la derecha”. En resumidas cuentas, la que tiene como prioridad acuñar un “mensaje nítido y de izquierdas” ante la batalla cultural perenne que plantea Ayuso en cada declaración.

Es el “corazón” de la propuesta, de hecho. López quiere que toda esa “izquierda valiente” -y silente – de Madrid despierte. Desde su entorno afirman que no está dispuesto a comprar el relato de que la región es puramente de derechas, argumentando que en los últimos 30 años, el PSOE ha tenido en su mano gobernar hasta en tres ocasiones. Niegan la mayor, partiendo de que en 2003 una maniobra oscura del PP de Esperanza Aguirre evitó que el Ejecutivo regional se tiñera de rojo. En 2015 y 2019, Ángel Gabilondo lo tuvo en su mano, pero Ciudadanos enmendó el mantra que sí hizo valer en Andalucía para destronar a Susana Díaz tras cuatro décadas de hegemonía socialista.

Esa izquierda valiente que plantea la nueva dirección tiene que ser capaz de destrozar el mensaje de los “asesores áuricos” de la internacional ultraderechista. Tiene truco y este, según apuntan, se edifica sobre el populismo y la hipérbole para generar polarización entre los madrileños y así enturbiar el ambiente político. Este argumentario se expande por amplias capas de la población para evitar que la participación crezca en las zonas puramente progresistas. Por ello, en el PSOE-M creen que hay una figura del socialismo contemporáneo que representa a la perfección el papel de antítesis de Ayuso. Y ese es Salvador Illa.

Desde el entorno del secretario general destacan que se le ha pedido al president de la Generalitat que participe en el cónclave madrileño. Lo hará el sábado por la tarde, flanqueado también por los ministros de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y el de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Defienden que Illa no sólo ha conseguido pacificar a la sociedad catalana tras el periodo oscuro del procesismo, sino que lo ha hecho desde el mantra “unir y servir”. “Es un espejo donde mirarse y el contraejemplo perfecto de Ayuso. La buena gestión, el talante… frente a la propuesta hiperventilada”, sugieren desde la órbita socialista madrileña, al tiempo que esboza una colaboración catalanomadrileña de cara al futuro al tratarse de los “dos motores fundamentales del país. Hay que colaborar más”, rematan estas voces, que redundan en el plan de convencer para vencer.

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