El “no nos moverán” del barco de Chanquete en Verano Azul marcó toda una generación, tanto que el grito salió incluso de la pantalla para poner voz a protestas obreras y estudiantiles; un canto a la resiliencia, una proclama de resistencia que, sin embargo, todavía a día de hoy resulta extrapolable a distintas causas de muy diferente tipo, también individual o para una clase social pudiente.

Bajo esa premisa parece moverse ahora la mujer del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo,, Eva Cárdenas, quien ha decidido que va a hacer todo lo posible para mantener el chalet del que disfruta en la playa de O Con, en Moaña (Pontevedra) y que ocupa, dicho por el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), un espacio de terreno público.

Ante la dificultad de mantener el muro del inmueble que colinda con la vivienda, en el que residiría el problema, la esposa del responsable gallego ha acudido en los últimos días a la Audiencia Nacional dada la imposibilidad de salvar la situación de otro modo.

En este sentido, cabe destacar que la administradora única de la inmobiliaria Niebla Azul tenía dos opciones: acudir a este organismo o nuevamente al Ministerio. A sabiendas de que esto segundo podría dar como resultado otra negativa para conservar la casa de Moaña, Cárdenas ha recurrido a la Audiencia Nacional, lo que mantiene vivas sus aspiraciones. De hecho, existen precedentes que demuestran que por esta vía puede conseguir de facto seguir disfrutando de la ocupación de terreno público, aunque sea por un tiempo; y es que en el supuesto de que la Justicia termine por no darle la razón, tardaría al menos meses en resolverse todo.

El Estado le quitó la razón

A principios de año, la que fuera también responsable de Zara Home, elevaba un recurso al departamento del Sara Aagesen, para poder hacer uso de la zona hasta el año 2037, año en el que se cumplían 30 desde 2007, cuando se aprobó el deslinde. Eso fue después de que en noviembre de 2024 el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicara la resolución de Costas que pasaba, precisamente, por recuperar una zona que pertenece a la ciudadanía y no a una particular.

El Estado terminó resolviendo en aquel momento que, aunque los anteriores propietarios hubieran levantado un muro con puertas, el área (de 215 metros cuadrados), nunca perteneció a la finca y, en consecuencia, la propietaria del inmueble, no puede mantenerlo. En este punto, el Estado se retrotrae hasta la primera inscripción que aparece en el registro de la propiedad de la finca, fechado a 24 de enero de 1941.

En aquel momento, la vivienda que adquirió en 2019 la esposa del líder de los populares hacía referencia a una superficie de “siete áreas cuarenta centiáreas” -esto es, 708 metros cuadrados- que tenía como lindero sur la “playa mar”. Se trata de una superficie que, por otro lado, nunca cambió documentalmente hasta aproximadamente 85 años después y un total de 926 metros cuadrados. Lo que es lo mismo, en todo este tiempo no existe ningún documento que certifique la licencia para la construcción del muro de contención que invade terreno público, siendo lo más parecido una autorización para un cierre “con altura, en total, de 150 o 170 centímetros” en 1942.

“Que se actué en el dominio público”

El pescador Miguel Delgado, que ha puesto pie en pared durante meses sino años contra el inmueble, manifestado a lo largo de todo este tiempo las presuntas irregularidades del chalet, también ha lamentado que diferentes autoridades y organismos, han mirado muchas veces hacia otro lado siendo uno de ellos el Ayuntamiento de Moaña.

Finalmente, el Consistorio apoyaría la decisión de Costas, solicitando una reunión con la administración.  “Estamos haciendo todas las gestiones para pedir a la Administración competente que actúe en el dominio público marítimo-terrestre, en este caso Costas del Estado (…) Para nosotros también sería importante que esa zona del mirador de Fiunchal se pudiera unir a esa zona del dominio que ahora está en expediente de recuperación de la posesión”, transmitía a tenor de la decisión de Costas. Además, cabe destaca que el sitio se encuentra en una zona que, en caso de rescate, sería complicado actuar.

Entretanto, Cárdenas ha respondido en varias ocasiones a las informaciones de este periódico. La última vez que se ha dirigido a este medio ha destacado que el inmueble “se halla correctamente registrada, catastrada y cuenta con los preceptivos permisos”, además de señalar que “no existe respecto de dicha vivienda, ningún procedimiento administrativo sancionador que cuestione supuestas irregularidades de la misma”.

Emitiendo que “el terreno público no pertenece a la vivienda”, añade: “El Expediente de recuperación posesoria de aproximadamente 210 metros cuadrados de terrenos de Dominio Público Marítimo-Terrestre por imposibilidad física de acceso se refiere a una franja de terreno sita delante de la vivienda, separada del mirador de Masandía por un muro de bloque realizado en su día por el Concello de Moaña”. “Eva Cárdenas no ha utilizado ni ocupado el terreno público en cuestión desde que adquirió la vivienda colindante”, asevera.