En el último mes, se ha producido el último capítulo en el desdén del Gobierno de Carlos Mazón por las emergencias. Los conductores de ambulancias de la Comunidad Valenciana, se mantienen desde el 3 de diciembre en huelga indefinida, para exigir a la Generalitat que se cumplan las subidas salariales contempladas en su convenio y unas condiciones dignas. Desde la consellería de Sanidad, que dirige Marciano Gómez, no solo no se ha dado una respuesta en casi 50 días de paro, sino que se ha incurrido en lo que los sindicatos califican como "malas artes", en un intento de "boicotear la huelga".

Las prácticas, denunciadas por los síndicatos de los TES (técnicos en emergencias sanitarias) convocantes de la huelga (Comisiones Obreras, Unión General de los Trabajadores y Central Sindical Independiente y de Funcionarios), le han valido a la Generalitat una inspección y una posterior reprimenda por parte del ministerio de Trabajo. Los técnicos del área de Yolanda Díaz fueron a los hospitales de la Fe y Manises a comprobar si se estaban sustituyendo los servicios de transporte en ambulancia por taxis. En ambos centros, se encontraron con que, efectivamente, a los pacientes se les estaban extendiendo "cheques" para desplazarse en vehículos privados.

Desde los sindicatos, denuncian que el Ejecutivo de Mazón esté empleando recursos públicos en "boicotear la huelga", en lugar de "sentarse a negociar lo que haga falta" con los trabajadores, como denuncia Javier Molina, TES y responsable del sector en UGT, en conversaciones con ElPlural.com. Usar taxis como transporte sanitario supone despreciar "el grado de dependencia de muchos pacientes, por lo que se han llegado a dejar a algunos con movilidad reducida en el patio, de manera que se han visto obligados a subir a un cuarto sin ascensor".

Trabajo encontró los "cheques taxi" y reprendió a Sanidad por "impedir el derecho a huelga"

El 27 de diciembre se realizó la primera inspección de Trabajo, en el Hospital de la Fe de Valencia. Los técnicos del ministerio entrevistaron a varios trabajadores del servicio de ambulancias que operaban en los servicios mínimos, los cuales indicaron que "transportes que habitualmente realizan a través de ambulancias se están llevando a cabo mediante taxis". La práctica se realizaba mediante la entrega de un "cheque" a los pacientes, pero ninguno de los trabajadores entrevistados conocía de quién partió la orden. El mismo día, los inspectores visitaron el Hospital de Manises, también en la capital del Turia, donde además de recibir la misma respuesta por parte de los trabajadores, se encontraron talonarios con estos "cheques taxi".

El 7 de enero, el Organismo Estatal de Inspección de Trabajo y Seguridad Social lanza el requerimiento a la consellería de Sanidad, exigiendo que "con carácter general en todos los hospitales durante la huelga de transporte sanitario, no se proceda a sustituir servicios de transporte sanitario en ambulancia, por servicios de transporte operados por taxis y abonados por la Generalitat Valenciana, ya que se sustituirían trabajadores en huelga por trabajadores externos a la empresa, impidiendo el libre ejercicio del derecho fundamental de huelga".

Las exigencias de los conductores de ambulancias a Mazón

La huelga de los TES se alarga desde diciembre -casi 50 días-, lo que únicamente supone un "perjuicio para el enfermo", como lamenta Molina. En este tiempo, la consellería de Sanidad ha hecho "oídos sordos" a las protestas, como la convocada el pasado martes a las puertas del Palau de la Generalitat de Valencia. Ante el colapso de los hospitales en una época de repunte de las enfermedades infecciosas, y la situación de unos trabajadores que denuncian ser "los peores pagados de España", el Ejecutivo de Mazón no ha dado respuesta a la huelga en casi dos meses.

Desde los síndicatos se preguntan "cómo es posible que el conseller Marciano Gómez esté desaparecido después de más de un mes de huelga en un sector tan delicado". Además del cumplimiento del incremento salarial contemplado en el pliego, tras "un año de negociación con la patronal -el Ejecutivo de Mazón "tampoco se ha dignado" a conceder ninguna reunión-, los TES valencianos exigen una equiparación salarial con sus homólogos en otras regiones. Solo en el salario fijo, los conductores de ambulancias de otras comunidades autónomas cobran entre un 20% y un 45% más que los de la Comunidad Valenciana.

Los trabajadores de ambulancias han sido "olvidados" por el Ejecutivo valenciano: "Nosotros hemos estado en la DANA, hemos infectado a nuestros familiares durante el Covid", lamenta Javier Molina. "Ya se han olvidado de la famosa frase: ¿quien cuida a los que cuidan?", dice Molina, quien además recalca que la consellería de Sanidad ha establecido unos servicios mínimos que dejan claro que "es falso que miren por la ciudadanía".