Las reacciones al abandono de la política del ultraderechista Juan García-Gallardo, con la dimisión de todos sus cargos desde este lunes, las encabezan el presidente de Castilla y León Alfonso Fernández Mañueco, que respeta una decisión que, dice, no afectará al Gobierno ni a su partido, el PP, ni a una posible convocatoria electoral anticipada; y el flamante líder del PSOE en la comunidad, Carlos Martínez Mínguez, que desea a Gallardo “tanta paz lleve como descanso deja”.

“La salida de este personaje de la vida política de Castilla y León, siendo una buena noticia, no soluciona el problema de fondo, que es que tenemos en esta tierra un elefante verde enorme gracias al Partido Popular, gracias al señor Mañueco, con postulados que defienden lo insostenible: contra el cambio climático, contra la violencia hacia las mujeres, que es absolutamente insoportable”, resume Martínez, en referencia a la fuerza de Vox en la comunidad, que consiguió gracias al pacto con el PP que le abrió las puertas del Gobierno y le dio la Presidencia del Parlamento autonómico.

El PSOE vuelve a tender la mano a Mañueco

Tras la pérdida de fuerza de la ultraderecha que supone la desaparición de Gallardo del panorama político y la salida de otros dos procuradores de Vox del Grupo parlamentario expulsados por reclamar democracia interna, que descomponen la bancada de la extrema derecha, Martínez Mínguez vuelve a tender la mano al PP.

“Ese elefante verde es el que tenemos que combatir y para eso tendemos la mano al Partido Popular una vez más para buscar los puntos de encuentro y de consenso y un presupuesto para este 2025”, ha dicho Martínez.

“La última espantada de Vox”

En su opinión, “alguien tendrá que dar muchas explicaciones en esta tierra, cuando estamos hablando de la última espantada de Vox y algunos parecen estar frotándose las manos por esta inestabilidad y esta inacción, de lo que está sucediendo con las alianzas internacionales que Vox está ejerciendo”.

En este sentido, se ha referido a los aranceles anunciados a los agricultores, ganaderos, viticultores e industria agroalimentaria de Castilla y León, en clara referencia a la presencia y aplauso de Vox, en la persona de su líder, Santiago Abascal, en la toma de posesión de Donald Trump.

Martínez ha cifrado en un mínimo de 600 millones de euros los aranceles que tendrá que soportar este sector productivo “para poder trabajar con el aliado de Vox, el del señor Abascal y hasta ahora del señor Gallardo” y reclama explicaciones acerca de estas relaciones internacionales a las que Vox ha llegado gracias a su incorporación a las instituciones, cuyo ariete, recuerda, fue la entrada de la extrema derecha en las de Castilla y León, bendecida por el PP.

No perseguir “la liebre de trapo”

No obstante, el líder socialista insiste en que “si hay alguien cómodo, y único responsable de esta situación, es Mañueco, un absoluto experto en generar inestabilidad para que permanentemente corramos detrás de liebres de trapo que no nos conducen a ninguna parte y no hablar de los problemas reales”.

Martínez Mínguez apuesta por preocuparse en reclamar a Mañueco soluciones para despoblación, competitividad territorial, infraestructuras, financiación autonómica, servicios a la ciudadanía y todo lo que tiene pendiente la comunidad.