Las calles de Madrid, sean del corazón de la ciudad o de barrios residenciales, se han convertido en una imagen repleta de contenedores a rebosar de bolsas de basura y suciedad por doquier. Es sabido que hay diferencias de calado entre aquellos distritos de mayor riqueza por renta que otros de mayor peso obrero, pero lo cierto es que el mismo escenario se ha extendido en los últimos tiempos con motivo de la nueva tasa de basuras del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida, con un coste de media de 141 euros.
Buena parte del Pleno de Cibeles de este martes ha tenido como telón de fondo esta cuestión, donde el Partido Popular se ha visto acorralado no sólo por las sendas críticas esgrimidas por Más Madrid y PSOE ante el cúmulo de suciedad urbana, sino también por las de Vox, que se han postulado en contra de la gestión de Almeida.
Más Madrid, PSOE y Vox coinciden en la crítica hacia Almeida
Y es que todas las formaciones de la oposición a Almeida, tanto de izquierdas como de ultraderecha, han coincidido, con distintos argumentos, pero bajo una misma premisa, en la crítica hacia la gestión municipal.
En voz de la socialista, Reyes Maroto, ha recordado que allá por 2017, el PP ya defendía en la Comunidad de Madrid la propuesta al Gobierno central de “estudiar la posibilidad de modificar la Ley reguladora de las Haciendas locales para hacer obligatorio el establecimiento de la tasa de residuos por las entidades locales”. En estos términos, ha reiterado que “la injusticia de la tasa en Madrid no está en la obligación de cobrarla, sino en cómo se reparte el coste. No hay excusas, titulares, cortinas de humo ni informes que tapen lo evidente: Madrid está sucia y usted es el máximo responsable, no Pedro Sánchez”, ha espetado ante Almeida.
A renglón seguido, ha sumado en la misma dirección la intervención del portavoz de Más Madrid, Eduardo Rubiño, quien, a golpe de imágenes recientes, ha evidenciado la realidad de a pie de las calles madrileñas. “Quizás los madrileños si tuvieran que pagar una tasa y luego se encontrasen con un excelente servicio de recogida de basuras, a lo mejor tendrían menos problemas en pagarlas. También es verdad que esa tasa es absolutamente injusta. Para un alcalde que su ciudad esté limpia es como para un ciudadano que su casa esté limpia, a mí me daría vergüenza ser alcalde de esta ciudad y tener estas fotografías todos los días”, ha reprochado.
En los mismos términos, Rubiño ha evidenciado las visibles diferencias en las recogidas de residuos según los barrios de los que se trate: “Dicen que no tiene nada que ver la limpieza con la recogida de basuras, pero es indignante que en distritos se gasta muchísimo menos en limpieza que en otros, estén pagando más tasa que los barrios ricos donde se limpia hasta con cuatro veces más recursos. Es indignante”, ha remarcado.
Bajo este contexto, quizás el golpe más sonoro en la mesa lo ha dado Vox. Los de Javier Ortega Smith en Cibeles han presentado un documento en el que ponen a disposición ciudadana hasta “tres modelos de reclamación”, destacando uso residencial, no residencial y aparcamiento particular para que puedan “recurrir el tasazo de basuras”.
Cibeles reconoce los desperfectos en su gestión de basuras
Durante el transcurso del Pleno, el propio Almeida ha reconocido que las calles de la capital “no están en los estándares” deseados, aunque ha negado que Madrid “esté sucio”, pese a las imágenes diarias que prueban lo contrario y como así han trasladado los partidos de la oposición.
En aras de paliar esta situación, el principal regidor del Consistorio ha anunciado un plan de choque que se nutrirá de 300 efectivos nuevos para limpiar el entorno de los contenedores durante los próximos tres meses. A su vez, todos los distritos de la capital contarán con una brigada de limpieza especial disponible las 24 horas del día.
No obstante, el Ayuntamiento ya cuenta con este recurso, conocido como el Servicio de Limpieza Urgente (Selur) que se activa cuando hay acumulaciones de basura preocupantes como las actuales. Un equipo que se aprobó en 2022 y en el que se invierten 23 millones de euros anuales.
Entre otros puntos del plan de choque, Almeida se ha referido a una campaña de inspecciones en las obras públicas y privadas a cargo del área de Medio Ambiente, en manos de Borja Carabante, así como una segunda iniciativa focalizada en la concienciación de los comercios para cumplir con los horarios de residuos en las calles.
Esta batería de medidas no viene únicamente de la mano de los reproches de la oposición, sino también por un reciente informe de Medio Ambiente que recoge “un empeoramiento del estado de las vías imputable a conductas incívicas de ciudadanos y sector comercial”, es decir, por el abandono de basuras en la vía pública donde se sitúan los contenedores.
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