El PSOE ha reclamado este martes la dimisión inmediata de Alfonso Serrano, número dos de Isabel Díaz Ayuso en el PP de Madrid y organizador del polémico “cónclave” de Feijóo, después de que Serrano calificara de “minutos de silencio por cualquier cosa y por cualquier víctima” los homenajes en recuerdo de las víctimas de violencia machista que convoca el delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín.
En un comunicado, la dirección socialista se ha preguntado: “¿Desde cuándo rendir homenaje a las víctimas es motivo de burla? ¿Desde cuándo recordar a las mujeres asesinadas merece sarcasmo alguno?” El PSOE denuncia que esas declaraciones son “insensibles, crueles e indignas” de alguien que ejerce un cargo público.
Además, los socialistas aseguran que “no se trata de una crítica aislada, sino de una estrategia política de banalización”, en línea con un PP madrileño “vendido por completo a la ultraderecha, que habla como Vox y actúa como Vox”. Denuncian también el silencio “ensordecedor” de Ayuso y de Feijóo ante estas declaraciones.
El PSOE remarca que se guardan minutos de silencio por mujeres como Virginia, Pilar o Zunilda porque fueron asesinadas por el simple hecho de ser mujeres, una muestra de la existencia de una violencia estructural que “el PP prefiere negar para no incomodar a sus socios de gobierno”.
Este rechazo institucional tiene precedentes. Recientemente, el PSOE en Huesca calificó de “irresponsable” y “retroceso” la decisión del PP local y Vox de suprimir los minutos de silencio en el pleno del Ayuntamiento, denunciando que ese gesto simbólico es “un símbolo de consenso social contra la violencia de género”.
Para los socialistas, las palabras de Serrano representan además un desprecio hacia las víctimas que no puede quedar impune: “el señor Alfonso Serrano debe presentar su dimisión inmediata. Quien desprecia a las víctimas no puede representar a nadie”. Subrayan que el PP de Madrid se ha convertido en “un nido de ultraderecha, donde los insultos, el trumpismo y la denigración de los principios democráticos han sustituido al respeto, el consenso y la política útil”.
La exigencia del PSOE es clara: Ayuso y Feijóo deben romper su "complicidad silenciosa", reconocer públicamente la gravedad de las declaraciones de Serrano y marcar distancia. En caso contrario, advierten, será el PSOE quien establezca responsabilidades políticas ante una estrategia que consideran incompatible con la mínima decencia institucional.
Serrano, un sospechoso habitual
El secretario general del PP de Madrid acumula un historial de declaraciones y actuaciones que, aseguran los socialistas, revelan “una estrategia de confrontación, insensibilidad y radicalización”.
Una de las controversias más recientes tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando el PSOE pidió que Serrano declarara como testigo en un juzgado tras haber difundido en su cuenta de X un supuesto atestado policial que acusaba a inmigrantes de agresiones sexuales en Alcalá de Henares. Las presuntas agresiones, en realidad, nunca ocurrieron, y la difusión del documento confidencial provocó alarma por la filtración de datos sensibles y por alimentar mensajes xenófobos.
Otra polémica de corte claramente racista se produjo en junio, cuando Serrano atacó a la diputada de Más Madrid de origen peruano, Diana Paredes, insinuando que ocupaba su escaño “por cubrir una cuota” y llamándola “miserable”; un ataque que fue recibido por ella como “racistada” institucional. Este nuevo episodio alimentó las críticas de quienes consideran que el PP madrileño está adoptando un lenguaje alineado con la ultraderecha.
En el plano institucional, Serrano ha protagonizado episodios de confrontación política agresiva, como su persistente interrogatorio al ministro Óscar López durante la comisión del caso Koldo en el Senado. A pesar de que López negó conocer las supuestas “fiestas” organizadas en Paradores, Serrano usó la sesión para lanzar ironías y alusiones indirectas relacionadas con Isabel Díaz Ayuso y su entorno.
No menos polémico fue su papel como presidente de la Comisión Organizadora del XXI Congreso del PP, una designación que, según el PSOE, evidencia la complicidad de Feijóo con la estrategia de confrontación y radicalización que Serrano representa.