La ruptura de relaciones unilateral de la Comunidad de Madrid con el Gobierno se ha consolidado con el veto a los miembros del Ejecutivo al acto institucional del 2 de mayo, festividad de la Comunidad de Madrid. Un gesto que evoca a los pulsos del Govern independentista de Carles Puigdemont en los momentos más tensos del desafío secesionista. Esta decisión, lejos de contribuir a la unidad de la región, solo ahonda en las divisiones políticas y deteriora las relaciones institucionales, un terreno que Isabel Díaz Ayuso ha decidido utilizar para su propia agenda política. Frente a ello, desde el Ejecutivo llegan las primeras críticas, que catalogan el acto de lideresa regional como una “salvajada institucional”.

Desde el seno del Gobierno, la reacción no se ha hecho esperar. Óscar López, secretario general del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, ha calificado de "salvajada institucional" la decisión de Ayuso, señalando que se trata de una medida "absurda y estéril". Según López, Madrid necesita, más que nunca, "normalidad institucional" y un entendimiento entre las administraciones, algo que, a juicio del dirigente socialista, se ve gravemente perjudicado por la actitud de pura confrontación de la presidenta regional. Esta postura, en lugar de favorecer el bienestar de los madrileños y madrileñas, contribuye a avivar la crispación política.

Un Dos de Mayo para la confrontación

El ministro también mostró su firme compromiso con la restauración del respeto institucional en la Comunidad de Madrid. En su intervención, afirmó que, cuando llegue el cambio político en la región, previsiblemente en 2027, "no se repetirán estas salvajadas institucionales", dejando claro que no permitirá que el clima de tensión y enfrentamiento actual se mantenga en el futuro. Con un tono rotundo, López aseguró que, si él asumiera la presidencia de la Comunidad de Madrid, no toleraría las "conductas contrarias a los principios democráticos" que ha venido mostrando Ayuso.

Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, también se mostró crítica con la actitud de la presidenta madrileña. En una entrevista reciente, Díaz subrayó la importancia de "respetar las instituciones", destacando que el respeto mutuo es fundamental para garantizar el buen funcionamiento de la democracia. La ministra lamentó que, en lugar de trabajar por el entendimiento y la convivencia, Ayuso se empeñe en politizar incluso eventos festivos, como el 2 de mayo, que debería ser una celebración para todos los madrileños, independientemente de su orientación política. Según Díaz, lo que los madrileños necesitan es "serenidad" y "cortesía", especialmente en fechas señaladas como la festividad del 2 de mayo, que debe ser un espacio de unión, no de confrontación.

Este desencuentro entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid no es una novedad. Desde el inicio de su mandato, Ayuso ha mantenido una postura confrontativa con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, especialmente en cuestiones relacionadas con la gestión de la pandemia y la política económica. En varias ocasiones, la presidenta madrileña ha denunciado el uso de los "poderes del Estado" en su contra, acusando al Gobierno central de actuar de manera "delictiva" en relación con la Comunidad de Madrid.

Inspiración independentista

La Comunidad de Madrid ha reconocido la ruptura de “toda relación institucional” con el Gobierno de España y ha decido no invitar a ninguno de sus miembros a los actos conmemorativos del Dos de Mayo, festividad de la autonomía. La líder regional, Isabel Díaz Ayuso, continúa así saltándose todo tipo de protocolo y exhibiendo un nacionalismo confrontativo que no se ve en el país desde el año 2017, cuando las relaciones entre las instituciones catalanas y españolas atravesaban su momento de mayor tensión por el proceso de independencia.  

El respeto a las formas y la institución son características que la baronesa del Partido Popular (PP) reclama a todos los responsables políticos, pero que reniega de practicar. La última salida del tiesto de Ayuso ha sido justificada desde la Puerta del Sol aludiendo a una jura de bandera en el municipio madrileño Alcobendas y a la parada militar del Dos de Mayo. En ambos actos, la mandataria autonómica quería ser la protagonista y decidir el papel de las Fuerzas Armadas, pero desde el Ministerio de Defensa pusieron freno.

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