Cinco urbanizaciones de Colmenar de Oreja se encuentran en una situación muy difícil en lo que respecta a su sistema de abastecimiento de agua potable, sin que la respuesta institucional alcance, por ahora, a ayudar a los más de 3.500 vecinos que allí residen. La historia de este problema se remonta muy atrás en el tiempo y se puede separar en diferentes fases y ramificaciones. ElPlural.com se ha puesto en contacto con José Luis Leao, presidente de la Asociación de Vecinos de Urbanizaciones de Colmenar de Oreja (AVUCO) para conocer de primera mano el drama de estos ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Esta asociación ha trabajado codo con codo con Ave Fénix para conseguir avanzar en esta complicada situación.

Estas cinco urbanizaciones reciben su suministro de agua de manera independiente, concretamente de un pozo cercano al Río Tajo, cuyo propietario lo cedió para el abastecimiento con dos condiciones: que se crease una mancomunidad de aguas para tres de las cinco urbanizaciones, y que la titularidad del pozo estuviera bajo dicha mancomunidad. Ni una ni otra se cumplieron, y según explica Leao, desde 1995 se empezaron a firmar contratos con una empresa llamada Urbatajo S. L. Esta empresa fue fundada por un concejal de un partido local del municipio, y más tarde, cedida a su mujer y su hija. "Con su voto, qué casualidad, este concejal acostumbra a mantener, desde hace 20 años, los gobiernos locales del PP. Me imagino que la contrapartida será proteger los intereses de esta empresa", manifiesta el portavoz.

Agua no potable, sobreextracción y multas

"El problema de todo esto es que el agua de ese pozo siempre ha sido un agua con mucha cal, y cada día más por la sequía. En diciembre de 2024, la Consejería de Sanidad declaró el agua no potable. Realmente ya no era potable de antes, porque en 2018 empezó a recomendarse que no fuese consumida por niños y ancianos. Desde 2018 a la fecha incumplía algunos parámetros, y desde diciembre se ha considerado oficialmente no potable", explica Leao.

Por otro lado, el entrevistado también denuncia, del mismo modo que lo hizo en su comparecencia en la Asamblea de Madrid el pasado martes, la superación del caudal máximo autorizado en la concesión inicial de la Confederación Hidrográfica del Tajo. La cantidad se cifra en 240.000 metros cúbicos, pero se han excedido 488.000 metros cúbicos de dicha cifra, lo que ha provocado la incoación de un expediente sancionador por el exceso en la extracción de agua para el abastecimiento domiciliario a las viviendas. En el expediente, se propone que sean los vecinos los que paguen una multa de 918.613 euros por daños al dominio público hidráulico, y otra multa de un millón de euros por el alumbramiento de aguas subterráneas y la construcción de dos pozos sin autorización, a pesar de no haber sido ellos los responsables de ninguno de estos problemas.

Fin de los derechos: posibles soluciones

Además, en 2024, la Confederación abrió un expediente de extinción de derechos del aprovechamiento de aguas, que, en otras palabras, implicaba el cierre de los pozos. Todo ello ha propiciado que la situación actual de las urbanizaciones sea insostenible, viéndose sin suministro de agua de ninguna clase y sin respuesta desde las instituciones, por lo que es necesario encontrar una solución urgente mientras se desarrolla el Plan Especial de Infraestructuras del "Proyecto de abastecimiento a varias urbanizaciones de Colmenar de Oreja". Desde las asociaciones vecinales, se propone crear una mesa de diálogo y trabajo entre la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II, Ayuntamiento de Colmenar de oreja y los vecinos afectados.

En concreto, una solución posible podría ser el aprovechamiento de alguna de las arterias de suministro de agua potable que pasan cerca de las urbanizaciones, que son varias. "Se trataría de hacer, en el punto de cruce de las dos conducciones, una conexión con la tubería de aducción que va a los depósitos de las distintas urbanizaciones y dar servicio de agua potable del canal de Isabel II a los depósitos de cada urbanización", expuso Leao en la Asamblea de Madrid.

Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Javier Guardiola, expone que "no se entiende cómo en la región más rica de la Comunidad de Madrid aún no haya habido medios para llevarle agua a sus vecinos. "Son urbanizaciones con 30 años de antigüedad y con casi 4.000 vecinos que no tienen agua potable. Le pedimos al PP, al Gobierno de la Comunidad de Madrid y al canal que se ponga manos a la obra para solucionar este problema", argumenta.