Las sucesiones de borrascas las últimas semanas han causado numerosos estragos por toda la Península con desbordamientos de ríos e inundaciones. Esta vez, la Comunidad de Madrid ha emitido una alerta por la posibilidad de desbordamiento del río Manzanares a su paso por la capital. En algunas zonas, el aumento en el caudal del río ha sobrepasado su capacidad máxima llegando a desbordar el agua de su cauce. Como consecuencia, el tráfico se ha visto colapsado tras el cierre preventivo de algunos tramos de la M-30 y la M-40 cercanos al río. A la situación que deja la borrasca Martinho, se suma el deshielo procedente de la Sierra de Guadarrama, que ha incrementado de forma peligrosa el caudal. Para evitar daños mayores en la ciudad, Emergencias Madrid y otros organismos han decidido mantener la alerta máxima.
Las lluvias persistentes que están caracterizando esta nueva borrasca que se precipita sobre la Península han coincidido con un importante deshielo en la Sierra Madrileña. El impulso de este factor por partida doble ha derivado en un importante aumento del caudal del Manzanares, que ha alcanzado niveles críticos en las últimas horas. Madrid ha reforzado la vigilancia en las zonas más afectadas, en especial entre Mingorrubio y el Puente de los Frances.
Las presas cercanas se han visto obligadas a abrir sus compuertas en algunas zonas de la Comunidad madrileña para evitar que la presión del agua pudiera dañar la estructura y así evitar un desastre mayor. Como consecuencia, la liberación de agua ha reforzado el caudal del río, creando un efecto en cadena para su desbordamiento.
Martinho complica la situación
Protección Civil ha podido confirmar que, en caso de continuar las precipitaciones, el nivel del Manzanares podría seguir creciendo las próximas 48 horas. Por el momento, se espera que entre la noche del jueves y el viernes se vivan los momentos más críticos pues se cree que en las horas de la madrugada se puede producir un repunte en la borrasca. Además, se estima que puede haber nieve en cotas altas de la sierra, lo que retrasaría el deshielo, pero, al fundirse, aportaría un nuevo volumen de agua al cauce.
Según ha informado Francisco Martin, delegado del Gobierno en Madrid, la combinación de lluvias constantes y desembalses sostenidos complican la situación creando un riesgo que debe seguirse minuto a minuto. La Confederación Hidrográfica del Tajo ha anunciado que mantiene contacto constante con las autoridades pertinentes y están ajustando la apertura de compuertas de los embalses para evitar que superen los límites de seguridad.
La M-30 y la M-40 están en una situación crítica. El cierre del ramal en el kilómetro 25 ha causado embotellamientos y desvíos, afectando las vías secundarias. La A-6 también está en riesgo con el agua a punto de invadir la calzada. El Consorcio Regional de Transportes sugiere usar el transporte público.
Las autoridades han convocado al Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) y la Agencia de Seguridad y Emergencias (ASEM 112) para elaborar planes de contingencia. Posibles desalojos parciales y barreras de contención están previstos en áreas cercanas al cauce. Si continúan las precipitaciones, se tomarán nuevas medidas drásticas para proteger a la ciudadanía.