El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no participará en ningún acto oficial del Orgullo LGTBI que se celebrará en la capital. A la polémica anual por la negativa del regidor a colgar la bandera arcoíris en el Palacio de Cibeles se suma ahora su ausencia en los eventos organizados con motivo del bautizado como MADO 2025. Esta actitud ha molestado ostensiblemente a los colectivos y asociaciones que luchan diariamente contra la discriminación y a la oposición municipal, que acusa al miembro del Partido Popular (PP) de parecerse más a Viktor Orbán que a Pedro Zerolo.
Así de contundente se ha expresado el PSOE de Madrid, en palabras de su portavoz en el Ayuntamiento, Reyes Maroto. La que fuera ministra de Industria, Comercio y Turismo considera que los compartimientos que está desplegando Almeida se asemejan más a los del primer ministro húngaro, ultraconservador y perseguidor del colectivo, que a los de Zerolo, quien fuera uno de los mayores activistas LGTBI de España y principal promotor del matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales.
"En su negativa a poner la bandera y a participar en cualquier tipo de acto que tenga que ver con la defensa de los derechos y libertades de las personas LGTBI, se parece más a Orbán que a Pedro Zerolo", ha valorado Maroto este miércoles. La concejala de la capital ha criticado que el líder de una ciudad que “se considera referente” en la lucha por la diversidad "no participe en ningún acto", ni siquiera en el pregón que tendrá lugar a las 20:00 horas.
"Me parece que dice mucho de un alcalde que dice abrazar la diversidad pero que luego no hace ningún gesto para que esos derechos y libertades se puedan consolidar. Se parece más a los postulados de Vox, como hemos visto en diciembre del 2023 con esos recortes que ha defendido el alcalde y el delegado de Políticas Sociales (José Fernández) de las leyes LGTBI", ha ahondado la portavoz municipal del PSOE.
Contra el discurso de odio
La influencia de Vox en el Partido Popular encuentra su máximo exponente en tierras madrileñas y el PSOE intenta ahora contrarrestar este viraje hacia el conservadurismo con una propuesta "cortar con los discursos de odio", tras las declaraciones que realizó Carla Toscano, concejala de Vox, en la última sesión plenaria. La ultraderechista defendió que "hay que erradicar" las políticas LGTBI por "ser dañinas", añadiendo que "esta ideología confunde y destruye a las personas y corrompe sexualmente a los hijos hasta, que ya no saben ni quién ni qué son".
Maroto exige de nuevo la dimisión de Toscano, a sabiendas de que no va a producirse, y expone el daño que estas declaraciones pueden producir a las personas que forman parte del colectivo, varias de ellas parte también del pleno municipal. "Cuando uno forma parte del colectivo LGTBI, se siente mucho más humillado porque lo estigmatiza. De hecho, hubo discursos de rechazo, tanto por parte de nuestra concejala (María Caso) como por parte también de (Eduardo) Rubiño y el señor Fernández, pero no es suficiente. Tenemos que acabar con esos discursos de odio en las instituciones", ha expuesto.
En esta misma línea, la exministra ha recordado que la concejala de VOX es "una representante política y pública de la ciudadanía de Madrid", aunque no se comporte como tal, y por ese motivo "no vale con reprobar" sus palabras, sino que "hay que cortarlas". "Yo no sé si hubo un delito por parte de la señora Toscano, pero sí un señalamiento y una criminalización que por parte de una representante pública son intolerables”, ha recalcado, exigiendo al presidente del Pleno, el conservador Francisco de Borja Fanjul, que actúe con contundencia.
“Madrid es una ciudad diversa que defiende la libertad, la igualdad y la diversidad", mayor razón si cabe por la que estas declaraciones “no se pueden permitir”, ha proseguido Maroto, reclamando a los que "se consideran demócratas" apoyo a su iniciativa para que "esto no se vuelva a repetir en el Pleno". "Tenemos que alzar la voz los que defendemos la democracia para que estos discursos de odio contra las personas LGTBI no se conviertan en señalamiento y criminalización, como está haciendo también Vox con los migrantes", ha concluido.