La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se encuentra en Ecuador coincidiendo con la declaración de su novio, Alberto González Amador, por el fraude fiscal que él mismo reconoció ante la Fiscalía. Pero el viaje de la lideresa regional al país latinoamericano se está solventando con otros pormenores que no lo serían tanto si su gestión fuera la que demandan los madrileños, por ejemplo, en materia educativa.

En este sentido, mientras la responsable de Sol encuentra en pie de guerra a las universidades públicas por sus ataques a las mismas, la infrafinanciación hacia ellas y priorizar constantemente a la universidad privada, la política del PP recibía este miércoles en Quito el reconocimiento Honoris Causa “por su contribución a la libertad, la democracia y el servicio público como pilares fundamentales de la sociedad y los lazos indisolubles entre España e Iberoamérica”.

De esa manera, la presidenta de la autonomía pasa a compartir reconocimiento con el expresidente del Gobierno de España, también popular, José María Aznar; y el líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia.

La universidad pública se organiza contra Ayuso

El Ejecutivo madrileño ha redoblado en las últimas semanas sus ofensivas a la universidad pública, una situación ante la que el alumnado y el profesorado se plantaba en los últimos días, encerrándose en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la facultad de Matemáticas, con el objetivo de dejar claro a Ayuso que se oponen frontalmente a la ley de universidades de la Comunidad y el ahogamiento económico al que les somete la región.

El encierro comenzó el pasado lunes a las 19:00 horas y se prolongó durante toda la noche, con algunos actos en el transcurso de la tarde en favor de una educación pública y de calidad. Organizado por la asociación UCM por la pública, los sacos de dormir y las esterillas volvieron a ser símbolo de resistencia como ocurriera en el pasado en algunos hospitales de la Comunidad en defensa de la sanidad o, más recientemente y también empujadas por los estudiantes, a favor de la paz en Palestina.

La del pasado lunes fue la primera de varias protestas que plantea el sector universitario, que no dudan en ir a la huelga el 28 de abril. Manteniendo la senda, el pasado martes se llevó a cabo una concentración en el rectorado ante el Consejo de Gobierno para reivindicar condiciones “dignas” de jubilación. Y las actividades, aseguran, se mantendrán en el tiempo si no hay acuerdo; o no el esperado.

Actualmente, el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, se encuentra en negociaciones con los rectores de las seis universidades públicas de la CAM -UCM, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Carlos III, Politécnica, Rey Juan Carlos (URJC) y Alcalá- para llegar a un modelo de financiación más adecuado a la hora de redactar la norma definitiva. La comunidad educativa espera también que el Ejecutivo recapacite en otros puntos de la ley que tienen que ver con la elección del gerente o la prohibición de escraches o algunas reivindicaciones.

Alumni ilustre’ de la UCM

No es la primera vez que la universidad concede a Ayuso un título controvertido. De hecho, en Madrid, Joaquín Goyache -rector de la UCM- nombró a la presidenta ‘Alumni ilustre’ de esta casa en 2023 a pesar del descontento de estudiantes y profesores.

Después de aquel nombramiento, ElPlural.com informó en exclusiva del expediente académico de la política, ya que esta mintió en su discurso desde salón de actos complutense. “Me independicé con sueldo de becaria, como siempre nos ocurre a los periodistas, y aunque pagué las tasas varias veces no pude hacer la tesis porque tenía que trabajar para pagarme una habitación. El precio de la independencia (...) Nunca pretendí que me regalaran título alguno”, pronunció entonces.

Nada más lejos de la realidad, la presidenta no dejó de terminar sus estudios “por tener que trabajar” para “pagarse una habitación” como sí les pasa a miles de alumnos. En concreto, a los años a los que hacía referencia Ayuso ya cobraba como diputada de la Asamblea y, previamente -durante más de tres años- había trabajado en Madrid Network; un chiringuito que había creado Esperanza Aguirre para sus colocar a sus pupilos y en el que su sucesora cobraba más de 4.000 euros netos mensuales.

Vuelve a huir de Madrid

En otro orden de cosas, la representante primera de la capital vuelve a huir de Madrid coincidiendo con la testifical de González Amador con la que el empresario debería dar explicaciones sobre sus negocios opacos. En esta ocasión, la presidenta estará en la capital ecuatoriana hasta el próximo viernes, mientras que su pareja comparece este jueves.

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