La portavoz de Justicia del PSPV-PSOE en Les Corts Valencianes, Alicia Andújar, critica la deriva cínica e hipócrita que está tomando el Consell de Mazón con su voluntad de renovar el Pacto contra la Violencia de Género. Mientras el presidente de la Generalitat Valenciana desmantela las Oficinas de Denuncias y Asistencia a las víctimas, este habla de una remodelación del pacto que acaba por quedarse en una mera fachada.

Desde el mes de julio han permanecido cerradas estas oficinas tanto fines de semana como festivos, olvidando que, en realidad, “se pusieron en marcha para prestar asistencia integral a las víctimas de violencia de género los 365 días del año”.

Andújar denuncia que la consellera de Justicia Nuria Martínez “haya seguido los pasos de la exconsellera de Vox, negacionista de la violencia de género, Elisa Núñez, y asuma como propias las políticas negacionistas que desprotegen a las mujeres, desmantelando las Oficinas de Denuncias”.

De este modo, la dirigente socialista critica que el Consell de Mazón pretenda engañar así a las víctimas mediante el “cierre por vacaciones de las oficinas de denuncias”, ya que “la lucha contra la violencia de género no conoce de vacaciones, ni de festivos, ni de recortes presupuestarios, solo conoce de redoblar esfuerzos y acompañar en todo momento a las mujeres para ayudarlas y protegerlas”.

Los preocupantes datos de la Comunitat Valenciana

Dato mata relato. La red de apoyo frente a la violencia de género en la Comunitat Valenciana se mide en datos que hablan por sí solos. Durante el primer semestre de 2025, la Línea Mujer 24 horas recibió 41.954 llamadas, un incremento del 18,2% respecto al año anterior, que pone de relieve tanto la persistencia del problema como la consolidación del servicio como puerta de entrada al sistema de protección.

El crecimiento más acusado se ha registrado en las consultas por violencia sexual, que en seis meses sumaron 522 nuevos casos y marcan un aumento del 342 %. Detrás de ese salto se encuentran, en su mayoría, mujeres jóvenes de entre 18 y 25 años, lo que ha reabierto el debate sobre la necesidad de reforzar la prevención y la atención en este tramo de edad.

Las oficinas de denuncia y asistencia han demostrado ser algo más que un teléfono de urgencia porque casi el 80 % de las llamadas procedían de víctimas en primera persona, y más de 4.400 mujeres contactaban por primera vez, lo que indica que la red está cumpliendo con un cometido esencial, romper el silencio inicial y generar confianza en los recursos públicos. En paralelo, el servicio realizó más de 25.000 derivaciones hacia recursos especializados, ofreciendo 6.200 asistencias profesionales y más de 850 apoyos emocionales individualizados.

Las consultas jurídicas alcanzaron una media de 23 minutos y los apoyos emocionales superaron los 17 minutos, cifras que muestran la necesidad de un acompañamiento prolongado y personalizado. Esa inversión de tiempo se traduce en un vínculo con la víctima, imprescindible para dar el siguiente paso en la denuncia o en la protección.

La satisfacción expresada por las usuarias —el 100 % declaró estar contenta con la atención recibida— evidencia que el dispositivo no solo funciona en cantidad, sino también en calidad y, por ello, ante una situación tan agravada en la violencia de género, se trata de reforzar el sistema, no de recortarlo como lleva ocurriendo desde julio en la Comunitat Valenciana.

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