La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente del lunes 5 ha sido bastante estrambótica en Andalucía. La crisis de la fresa que, hasta ahora había enfrentado al PP andaluz con Madríd, Bruselas y la Unesco tiene ahora un nuevo frente de batalla en los supermercados alemanes.

Una campaña al estilo change.org, que lleva poco más de 160 mil firmas en un país con más de 80 millones de habitantes y que pretende frenar el consumo de fresas provenientes de cultivos que contribuyeran a secar Doñana ha hecho saltar la chispa. Sin embargo, el impacto de la campaña se hace notar, basicamente, en nuestra eterna campaña electoral.

Consultados por este medio, andaluces expatriados en Alemania no detallan ningún impacto social ni efecto en la oferta de fresas procedentes de España. De hecho, la fresa que llega desde Andalucía a Alemania ya está terminando su ventana de mercado. Es ahora cuando Alemania commienza a vender su producto nacional.

Pero, sin duda alguna, la visita de una comitica de 9 parlamentarios alemanes – de todos los colores, no solo de agrupaciones de izquierda– ha encendido los ánimos. Entidades de representación agrarias como ASAJA piden la dimisión de la ministra Teresa Ribera por alentar el boicot a la fresa de Huelva.

Tras la reunión de los representantes alemanes con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente español, la ministra se desmarcaba de tener relación con la visita germana, que pasa por ser un trabajo “habitual” en el Bundestag que hace visitas semestrales.

Vérselas con Europa, un mal trago

La comitiva teutona tenía en la agenda la controvertida visita a Andalucía. La Junta de Andalucía tendría que argumentar porqué promueve legalizar hectáreas de regadíos ilegales cuando atravesamos la mayor sequía en décadas. La argumentación de la PL del PP en el exterior de Huelva se está haciendo compleja, la justicia europea, a través del TJUE, ya dictó en contra de los cultivos ilegales y la Unesco amenazó explícitamente con quitar el calificativo de Patrimonio de la Humanidad.

El capítulo más significativo lo vivimos a finales de abril, cuando el portavoz y consejero de Medio Ambiente de Moreno Bonilla visitó Bruselas para explicar de primera mano a Europa y sin la mediación del MITECO lo que querían hacer en Doñana… aquello, no salió muy bien.

Tras la visita a Bruselas de Fernández–Pacheco, el consejero andaluz, el comisario europeo del ramo, Virginjus Sinkevicius no cambió un ápice su postura: la ley del PP y VOX para cultivos ilegales iría “en dirección contraria” y podía “deteriorar” más si cabe el humedal más importante de Europa.

Pero esta vez, los aspavientos y la hiperventilación han evitado a la Junta de Andalucía el esperpento. Ante el ruido político y la polverada que había levantado la visita, la comitiva alemana ha decidido cancelar a última hora su visita. La visita, que era de carácter técnico se suspende “en vista de la gran importancia política que los temas del viaje han adquirido … de cara a las próximas elecciones nacionales españolas”, reza el comunicado de la Comisión de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor del Bundestag Alemán.

A pesar de haber espantado a la comitiva parlamentaria y de no haber podido aclarar las bondades de la Ley del PP al que supone el mercado más importante de la fresa de Huelva, la Junta de Andalucía sonríe ante este último esperpento porque a Sánchez “le ha salido el tiro por la culata”. El portavoz de Moreno Bonilla aprovechaba también esta ocasión para arremeter contra el presidente del Gobierno, dando a entender que los parlamentarios alemanes cumplen órdenes de Sánchez para desprestigiar a la Junta de Andalucía. 

Por su parte, los principales productores de frutos rojos agrupado en Interfresa lamentan el ambiente de tergiversación de la visita de los parlamentarios alemanes. Según la entidad, “la verdadera razón de su viaje, que surge de la petición desde principios de mayo” era la de dar a conocer las tecnologías de regadío andaluz.

El ruido de la Ley de Regadíos está afectando por completo a un sector, el de los frutos rojos onubense, que es líder en optimización de tecnología hídricas en las explotaciones legales, las que no tienen nada que ver con las 800 hectáreas ilegales que el PP y Vox han puesto en el centro de la agendad medioambiental europea.

Los parlamentarios alemanes estarán de vuelta a casa, escuchando una versión desafinada del Strawberry fields forever de los Beatles. No han tenido ocasión de conocer lo mejor de la agricultura de su principal proveedor (Huelva), ni han tenido la ocasión de entender por qué se quiere legalizar cultivos de riego ilegales donde no hay agua. Pero, para la Junta de Andalucía, todo es un boicot de Pedro Sánchez.