Queda claro que el concepto de primera línea de playa de la mujer de Alberto Núñez Feijóo, Eva Cárdenas, no es el que pueda tener cualquiera otra persona que vive en la costa o tiene una casa a orillas del mar.

Se ha escrito mucho acerca de la “mansión ilegal” -así la define el presidente de la Plataforma en Defensa del Sector Marítimo y Pesquero de Galicia (Pladesemapesga), Miguel Delgado-, de la administradora de la inmobiliaria Niebla Azul desde que ElPlural.com empezara a informar sobre ella, pero no por ello deja de impresionar, como tantas otras cosas de las que uno oye hablar, sin ser verdaderamente consciente de su magnitud hasta que las ve por sí mismo.

Privilegiados

Para muchos, una vivienda que “no molesta a nadie”, un muro que “lleva así -en ruinas- toda la vida”, una cuestión menor si se compara con otros problemas del pueblo de Moaña -donde se encuentra la vivienda de la también exdirectiva de Zara- y para muchos, una injusticia. Lo que está claro es que es un privilegio, si legal o no, habrá que dejar que lo decidan las autoridades competentes, que tendrán que pronunciarse después del plazo de alegaciones, que finaliza el próximo martes, 11 de marzo.

Así lo demuestran, no solo la distancia existente entre la puerta del inmueble y las rocas, sino un cartel que da la bienvenida a este pequeño espacio de O Con en el que se puede leer Prohibido el paso y una línea de boyas que separan dónde puede poner la toalla y dónde no quien acuda a este paraje natural a poca distancia de Vigo y con unas verdaderas vistas gallegas, y todo lo bonito que ello implica. No podemos asegurar qué administración colocó ese cartel -si bien se ve bastante nuevo- pero no deja de llamar la atención porque, de alguna manera, divide a los ciudadanos en una playa que debería ser de todos en su totalidad.

Sin embargo, el muro de la vivienda de Eva Cárdenas, a su vez la segunda casa que conecta al presidente del PP con esta localidad -previamente era propietario de un chalet que se encontraba en el otro extremo del pueblo y que vendió en plena pandemia obteniendo con ello beneficios notorios- impide el libre tránsito por zona terrestre y al mirador O Fiunchal. A más a más, dificultaría un hipotético rescate marítimo.

Sin permisos

En lo que respecta a la legalidad de la vivienda, como se explica unas líneas más arriba, no corresponde a este medio de comunicación afirmar a ciencia cierta si la casa es legal o no, pero cuanto menos el beneficio de la duda está ahí, mezclado con la evidencia de que el muro mencionado -a fin de cuentas, el elemento más polémico, a menos por el momento, del inmueble- se encuentra en dominio público marítimo-terrestre. Dicho de otro modo, en una zona que debiera pertenecer al pueblo.

La construcción es antiquísima, por lo que no se puede reprochar a Cárdenas haber levantado el muro, aunque después hiciera obras ya siendo propietaria; pero sí el silencio de haber vivido con un elemento que en teoría no podría estar ahí durante cerca de seis años. En concreto, la casa se construyó en la década de los 40, tal y como confirman los documentos oficiales y han corroborado a este periódico la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, y los vecinos del municipio, mientras que la mujer de Feijóo la adquirió en 2019.

Sea como fuere, nada apunta a que disfrute de los permisos pertinentes para estar de la forma en la que todavía hoy se aprecia. “Entendemos que ese muro es muy antiguo, y posiblemente date de fechas (…) O sea, es anterior a que Eva Cárdenas comprara la casa, seguro, y es anterior, posiblemente, a la Ley de Costas. En cualquier caso, lo que transmitimos es que ese muro en su día no tenemos constancia de que los antiguos propietarios obtuviesen la correspondiente licencia para construirlo”, indica la regidora de Moaña.

Aún en plazo de alegaciones

El ayuntamiento ha sido uno de los últimos en presentar alegaciones contra la vivienda sumándose así a la lluvia de reclamaciones que comenzaron Delgado o el PSOE gallego después de que la mujer del líder del PP respondiera al Servicio Provincial de Costas la concesión para disfrutar durante 30 años más de la parcela. Si esto último se aprobara, Cárdenas tendría el terreno hasta 2037, dado que se empieza a contar desde el año en el que se aprobó el deslinde: 2007. 

Esta petición tampoco escapa a la polémica. “Si ella antes no era propietaria y es deslinde no ha cambiado, que parece que no... En  todo caso tendría que pedir una concesión normal, no transitoria, pero tampoco se la deberían dar porque no se conceden para uso privado”, emiten al respecto voces conocedoras de asuntos urbanísticos a tenor del asunto y con la ley de 1928 y la actual, de 1988, en la mano.

Versión de Eva Cárdenas

De acuerdo con lo solicitado por el representante legal de Eva Cárdenas, se recoge su versión y se parafrasea lo que piden que se publique como rectificación:

"Que la llamada (por su principal detractor) "mansión ilegal" no ha sido declarada así ni por sentencia judicial firme ni por resolución administrativa, ni  consta incoado ningún procedimiento judicial al respecto; que su construcción es anterior a su adquisición por parte de Dña Eva Cárdenas Botas, cumple con la normativa que le es de aplicación, que el muro no ha sido edificado por Dña Eva Cárdenas, que se ha limitado a la conservación del mismo; que la dificultad del acceso a la playa no le es imputable a Dña Eva Cárdenas, sino a los dos tramos rocosos que hay a su lado y que no es una "playa privada" y que el cartel que prohíbe el paso y las boyas han sido instaladas por Costas por el mal estado del muro".