La pasada semana y tras casi seis meses de parada, la central térmica de As Pontes no volverá a funcionar. Endesa comunicó el cierre de la planta coruñesa, junto a la almeriense de Litoral, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Lo hizo después de que el Consejo de Administración de la compañía decidiese acortar los plazos al adiós definitivo al carbón mineral en España, a pesar de que había decido apostar por la reducción de este combustible y estaba acometiendo inversiones para adaptar sus plantas a las nuevas directivas anticontaminación de la UE.

Concretamente en As Pontes ejecutó una inversión de 220 millones de euros para reducir sus emisiones de gases contaminantes. De este modo, podría seguir funcionando hasta el año 2035. Sin embargo, el cierre prematuro de la compañía acarrea la pérdida de numerosos puestos de trabajo, tanto directos ya que la térmica cuenta con 160 personas en plantilla, como indirectos, con los 600 empleados que trabajan para compañías auxiliares, que se encargan de tareas como el mantenimiento de la planta. Además de 150 camioneros que trasladaban hasta hace poco el carbón importado desde el puerto de Ferrol hasta As Pontes. Un auténtico drama para una comarca, la de Eume, que, en las últimas seis décadas, dio un salto cualitativo en una comunidad anclada en la agricultura y la ganadería de supervivencia.

Tras las protestas de los primeros días se formó el denominado “comité de crisis”, del que forman parte partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales y sociales; además de transportistas, comité de empresa y ayuntamientos, que decidieron en su primera reunión la posibilidad de que As Pontes se pare por completo con una huelga general, que estaría convocada, en principio, para el próximo 16 de octubre, ya que su continuidad o su paralización depende de los resultados de la reunión que se desarrolla hoy en Madrid entre representantes de los trabajadores y de la empresa, además del Ayuntamiento y la Xunta, junto con el Ministerio de Transición Ecológica, que dirige Teresa Ribera.

En esa línea, ha explicado Valentín González Formoso, alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña a ElPlural.com, que esperan tener “el compromiso tanto de la empresa como del Ministerio, para volver a poner en funcionamiento la central térmica, sino en su totalidad al menos en una parte, teniendo en cuenta que la compañía realizó durante este verano pruebas con combustibles distintos al carbón, que demuestran la viabilidad de la sustitución del mismo por otros combustibles que no emiten CO2”. Es una cuestión de “compromiso y paciencia para terminar estas pruebas”, ha aseverado el socialista. Al mismo tiempo, ha añadido que “por una parte necesitamos la implicación del Gobierno para dar soporte a este proyecto y en paralelo la puesta en marcha del diseño de las ayudas de la famosa Transición Justa, si es que existe, para esta comarca”. Mientras que, por otra, ha ampliado Formoso, “es necesario el compromiso de Endesa con proyectos alternativos al suyo para dar salida a cerca de 1 millón de metros cuadrados de suelo industrial, espacios cubiertos de más de 100.000 metros cuadrados, además de naves de todo tipo, esto es, los llamados ‘activos ociosos’, en caso del cierre definitivo de la empresa”.

Para terminar, ha aseverado el alcalde, le hemos pedido tanto a la Xunta de Galicia como al Ministerio que “diseñen una acción conjunta, cada uno en el ámbito de sus competencias, de reactivación industrial y captación de proyectos para esta comarca, que es la segunda más industrial de toda Galicia, después de Vigo”. En conclusión, ha destacado el presidente del ente provincial “somos conscientes que tenemos que acelerar las políticas contra el cambio climático, pero el concepto que manejamos desde el mundo progresista de Transición Justa tiene que aplicarse, porque de lo contrario nos puede dejar en mal lugar”.

En el mismo sentido, el presidente del comité de empresa, Luis Varela Domínguez, ha subrayado a este medio que “quieren que los 220 millones de euros que la empresa ha invertido en tecnología de vanguardia se les saque rendimiento, ya que se puede hacer con otro tipo de combustibles, como los biocombustibles, que ahora mismo no tienen un aprovechamiento real para el productor, pero sí para nosotros”. En definitiva, ha argumentado el representante de los trabajadores, “tenemos claro que estamos ante el fin del carbón, pero hay otras posibilidades que pueden dar solución a otras demandas sociales”.