Desde el funeral laico, en el Partido Popular se respira un aire diferente. Un ambiente que apuntaba al fin de ciclo para Carlos Mazón, confirmado por el ya ex  presidente de la Generalitat el pasado lunes, en una rueda de prensa carente de autocrítica y con exceso de reproche al prójimo. Una dimisión que llegó en medio de una guerra sin cuartel declarada a Génova, que maneja en su cuaderno azul nombres distintos a los del PPV. Una afrenta que se ha saldado, de momento, con el inicio de las conversaciones con Vox para nombrar al nuevo jefe del Consell. Negociaciones que, por otro lado y según denuncia la oposición, se han centrado en una agenda que nada tiene que ver con la región ni con las víctimas de la DANA.

De este modo se ha pronunciado la secretaria general del PSPV, Diana Morant, en una rueda de prensa celebrada este mismo domingo en Valencia. La también ministra de Ciencia e Innovación ha acusado, en primer término, a populares y ultraderechistas de ser “incapaces de aplaudir, acompañar y consolar” a las víctimas de la DANA durante sus intervenciones en la comisión de investigación en el Congreso. “Unos auténticos miserables”, ha resumido la dirigente socialista, mientras repasaba algunos testimonios de los familiares que han desfilado por la Carrera de San Jerónimo en la misma semana en la que Carlos Mazón presentaba su dimisión “en diferido” como presidente de la Generalitat. “Y lo que es peor, después de estos testimonios, el PP valenciano ha vuelto a criminalizar, ha vuelto a señalar, ha vuelto a maltratar a las víctimas”, continuaba Morant.

En este sentido, puntualizaba que las víctimas “tampoco se sienten consoladas ni aliviadas” con la renuncia “fake” de Mazón, agregando que los afectados por la DANA “establecen su verdad, que es que sus familiares fueron desatendidos por todo el Consell en su conjunto”. De ahí que Morant extienda la responsabilidad de lo sucedido el 29 de octubre de 2024 a Susana Camarero, vicepresidenta primera y responsable de Servicios Sociales, pero también a dos nombres que suenan en la terna para encabezar el gobierno regional: Vicente Mompó y Juanfran Pérez Llorca. Este último, además, es el perfil que destaca en las quinielas por su afinidad  y sus buenas relaciones con Vox, quienes en consecuencia deberán otorgarle su confianza para la investidura.

Negociaciones del PP y Vox          

Pero en el fuero del PSPV y también de parte la ciudadanía valenciana existe un “cabreo monumental” no sólo por la “negligencia” del Gobierno de Mazón durante todo este año y el día de la DANA, sino por el espectáculo que protagonizan Partido Popular y Vox desde hace algo más de una semana. Este sentir lo verbalizaba desde Santander la delegada del Gobierno en Valencia y dirigente del PSOE, Pilar Bernabé, que calificaba las conversaciones para elegir nuevo presidente como un “esperpento”. “Unos señores se sientan en una mesa y deciden en contra del pueblo valenciano, según el cálculo electoral que le interesa a Vox o al PP; a esa coalición negacionista”, sostuvo.

Bernabé lamentaba que, después de sufrir “lo indecible” con la DANA, tras aguantar “mentiras, manipulaciones, recortes de audios” y contemplar “cómo someten a toda la Generalitat con el fin de proteger y defender jurídicamente” a Mazón, ahora toca una negociación para evitar el adelanto electoral. “¿De verdad después de un año que vivimos las consecuencias de las políticas negacionistas, los valencianos no tenemos derecho a decidir?”, se preguntaba la delegada del Gobierno, deslizando que el PP le tiene miedo más miedo a las urnas que a las amenazas de Vox, quienes advirtieron que “van a sudar sangre” para rascar un acuerdo de investidura.

En este sentido, ha acusado de incurrir en “prácticas antidemocráticas” a los conservadores y ultraderechistas, quienes, según apostillaba, “ponen en cuestión todo el sistema”. Por ello, ha respaldado la tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien esbozó el viernes la necesidad del adelanto electoral en la Comunitat Valenciana. En este sentido, ha defendido al jefe del Ejecutivo, subrayando que tiene “más empatía” con los valencianos que “el señor que se ha ido de la presidencia de la Generalitat, todo el PP y que toda la coalición negacionista”.

Baldoví, al ataque

Las críticas no sólo se circunscriben al ámbito socialista, desde la formación progresista de Compromís han cargado las tintas este sábado contra las derechas valencianas. El síndic de la fuerza regionalista en Les Corts, Joan Baldoví, calificaba de “indecente” que PP y Vox se repartan el “futuro de los valencianos” en los despachos de Madrid. Aunque lo peor no es ese juego de tronos interterritorial, sino que “no están pensando en los intereses del pueblo valenciano”. “Nadie está pensando en la sanidad, en la educación, en los servicios sociales. Están única y exclusivamente hablando de sus intereses electorales”, aseveraba.

Para Baldoví, el espectáculo a luz y taquígrafos que están ofreciendo PP y Vox es una “absoluta indecencia” porque anteponen su “interés electoral” y, en segundo lugar, porque es Madrid quien tendrá la última palabra. En este sentido, al igual que los socialistas, defiende que al president de la Generalitat lo eligen los valencianos y “no los políticos de PP y Vox” en la capital. “Nos quieren imponer un nuevo Mazón en lugar de devolverle la voz a la ciudadanía”. El síndic de Compromís entiende esta negociación como una “falta de respeto” que sendas fuerzas se repartan el Consell como si fuera “un pastel” y a espaldas de los ciudadanos. “Un desprecio al autogobierno y a una institución como la Generalitat”, continuaba el ex diputado en el Congreso, quien barrunta que estas tácticas por retrasar las elecciones no impedirán que los valencianos “no perdonen” a los responsables de la “negligente gestión” ni a sus “cómplices”.

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