Los primeros datos del proyecto de monitorización de los nuevos espacios con sombra en el espacio público del Ayuntamiento de Barcelona han mostrado un descenso de entre 3 y 4 grados en la temperatura radiante (sensación térmica) en los patios de escuelas y la red de refugios climáticos donde se han instalado sombras. En el caso de materiales como los pavimentos y otros elementos urbanos, estos pueden llegar a reducir su temperatura de superficie hasta 15 grados. La instalación de nuevas sombras se enmarca en el Plan Clima y pretende garantizar el confort térmico de la ciudadanía en los meses de más calor.
La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha destacado que, ante las altas temperaturas del verano, la voluntad municipal es “seguir adaptando la ciudad y proteger así el derecho a poder estar en el espacio público, a refugiarse en espacios donde estar fresco”. Bonet también ha puntualizado que estas mediciones y seguimiento técnico sirven para evaluar los espacios de sombras que despliega el Ayuntamiento y el margen de mejora.
La monitorización de los espacios públicos
La monitorización en los espacios exteriores se centra en los lugares en los que se ha instalado sombra en el marco del Programa de Sombras (áreas de juego infantil, patios de escuelas y refugios climáticos exteriores), zonas de la red de refugios climáticos de Barcelona y pavimentos reflectantes instalados en distintos puntos. Mientras que el seguimiento de los espacios interiores que forman parte de la Red de refugios climáticos mide la temperatura y evalúa otros aspectos como la señalización del equipamiento y la disponibilidad de información y material (abanicos, folletos, vasos y agua) para los usuarios.
En total, se contemplan mediciones sobre el confort térmico en más de treinta espacios, siguiendo cinco parámetros: la temperatura y humedad relativa, la radiación solar y ultravioleta, la temperatura radiante, la temperatura de superficie y la dirección y velocidad del viento. Además, de forma complementaria se han instalado una quincena de sensores permanentes bajo las sombras para obtener datos de forma continua con los que calcular los índices de confort térmico, teniendo en cuenta la sensación real de calor percibida por las personas.
El análisis de estos datos permitirá evaluar cuáles son los elementos más efectivos para proteger a la ciudadanía del calor en el espacio público y hacer evolucionar los proyectos para que sean lo más efectivos posibles.
Refuerzo de la red de refugios climáticos, la cual ya cuenta con más de 400 espacios
El Ayuntamiento de Barcelona ha consolidado la red de refugios climáticos con más de 400 espacios este año, los cuales están abiertos en diferentes días y horarios para garantizar una red con una buena distribución territorial y con especial atención a los barrios con más vulnerabilidad al calor. Con ello se da un paso decidido hacia una ciudad mejor preparada para hacer frente a los efectos negativos del cambio climático.
El principal refuerzo este año se ha centrado en mejorar la cobertura durante el mes de agosto y en tener en cuenta los barrios más vulnerables a los efectos del calor. En este sentido, más de un 90% de la población tiene un refugio climático a menos de 10 minutos caminando desde casa en cualquier momento del verano. Concretamente, entre el 99,1% (entre semana en los meses de junio y julio, cuando hay más equipamientos abiertos) y el 90,9% (los fines de semana de agosto, cuando hay menos equipamientos en funcionamiento).
El programa para ganar más de 50.000 m2 de sombra en la ciudad
Barcelona ha dado este año otro salto adelante para adaptar el espacio público a los principales efectos del cambio climático con el Programa de Sombras, que prevé instalar unos 200 espacios de sombra en el espacio público hasta el final del mandato. Al terminar 2025, se habrán puesto en marcha hasta 84 nuevos espacios: 66 áreas de juego infantil, 15 patios de escuela y 3 grandes espacios públicos (la plaza del Mar, la rambla del Carmel y la losa de la estación de Sant Andreu Comtal). Esta iniciativa cuenta con una inversión de 13 millones de euros y permitirá ganar más de 50.000 metros cuadrados de sombra.
Este programa es una estrategia para reducir la temperatura y mejorar el bienestar a través de la sombra donde no sea posible plantar vegetación y arbolado, que es el tipo de sombra más beneficiosa, mediante la instalación de estructuras permanentes o temporales.