La reforma laboral ha demostrado ser un motor de crecimiento también en Castilla-La Mancha, donde las empresas no solo se han mantenido estables, sino que han crecido en tamaño y en número de personas asalariadas. En un contexto de buena salud de la economía española, los datos de la región evidencian que la norma aprobada en 2022 ha consolidado un modelo más fuerte y resiliente, alejando cualquier sombra de destrucción empresarial que algunos auguraron.
Así lo ha puesto de manifiesto Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha, tras la presentación de un informe sobre empresas, trabajo autónomo y economía social. Según explica el secretario de Empleo, Formación y Migraciones del sindicato, Juan Carlos del Puerto, “no se ha frenado el ritmo de crecimiento de empresas en ninguna provincia desde la entrada en vigor de la reforma laboral”, una afirmación que desmonta el discurso alarmista del PP y de Vox.
El Directorio Central de Empresas (DIRCE) confirma esa tendencia. En 2024 había 3.255.276 empresas en España, de las que 123.486 estaban en Castilla-La Mancha, un 3,79% del total nacional. En el reparto provincial, Toledo encabeza la lista con 43.777 empresas (1,34% del total), seguida de Ciudad Real con 28.437 (0,87%), Albacete con 24.868 (0,76%), Guadalajara con 13.534 (0,42%) y Cuenca con 12.870 (0,40%). Desde 2020 hasta ahora, el peso relativo de la región en el conjunto nacional se ha mantenido estable, contradiciendo el supuesto efecto devastador de la reforma.
Más tamaño y más empleados
Más allá de las cifras absolutas, el cambio de fondo está en la transformación de la estructura empresarial: las compañías se concentran más, crecen en tamaño y contratan a un mayor número de personas trabajadoras. Del Puerto lo resume señalando que “hay un proceso de crecimiento del tamaño de las empresas con más personas asalariadas en nuestra comunidad autónoma”.
En cuanto al trabajo autónomo, el informe revela una fuerte masculinización: de cada tres autónomos, dos son hombres. En total, Castilla-La Mancha cuenta con 59 100 trabajadores autónomos varones (67,55 %) y 28 395 mujeres (32,45 %). Toledo y Ciudad Real son las provincias con mayor peso en este ámbito.
Ante esta radiografía, CCOO plantea la necesidad de apostar por sectores industriales que fijen población, fortalezcan el empleo estable y diversifiquen la economía regional. El sindicato propone planes sectoriales, formación para el empresariado y asesoramiento a nuevos autónomos durante sus tres primeros años, con el fin de reducir la volatilidad del sector.
En paralelo, el sindicato subraya que el debate no debería centrarse tanto en el número de empresas como en el modelo productivo: pasar de sectores rentistas y de bajo valor añadido a una economía capaz de atraer talento cualificado, aprovechar los fondos europeos y mejorar las condiciones laborales mediante la negociación colectiva.
Palanca de modernización
Frente a este escenario positivo, el PP y Vox siguen siendo los principales detractores de la reforma laboral. Ambos partidos votaron en contra de su aprobación en 2022, recurrieron la norma ante el Tribunal Constitucional y han continuado criticándola en los últimos años, alegando que ponía en riesgo la supervivencia de pymes y autónomos. Más recientemente, se han opuesto también a la reducción de la jornada laboral, insistiendo en el mismo argumento de que se trata de una amenaza para la competitividad.
Pero los datos de Castilla-La Mancha dibujan lo contrario. Las empresas crecen, los asalariados aumentan y el tejido productivo se consolida. La reforma laboral no solo ha resistido las críticas, sino que se ha convertido en una palanca de modernización también en esta comunidad autónoma.