La Diputación de Toledo, gobernada por PP y Vox, ha demostrado que el despilfarro público no tiene límites. Gastar 15.000 euros en un logotipo que cualquiera puede descargar gratis en internet es ya de por sí un escándalo, pero lo es todavía más cuando la institución responde a las críticas asegurando que todo está avalado por un "informe de 150 folios".
Según la portavoz del gobierno provincial, Soledad de Frutos, la acusación de plagio es “falsa, ridícula y malintencionada”, defendiendo que no se trata de un simple logo, sino de una “estrategia integral de marca y comunicación” respaldada por ese extenso documento. Sin embargo, la realidad salta a la vista. El diseño elegido, una doble “T”, es idéntico a decenas de logotipos que circulan desde hace años en internet, bajo denominaciones como “castle”, utilizado por empresas de construcción, compañías internacionales, grupos musicales en Spotify o incluso el Teatro de la Maestranza de Sevilla, cuya imagen recuerda enormemente a la de la Diputación.
La ironía se escribe sola. Mientras la Diputación presume de tener un dossier voluminoso, lo que cualquiera puede encontrar en segundos son 150 logos iguales repartidos por todo el mundo. Lo que debía simbolizar modernidad, identidad y orgullo toledano ha terminado convertido en una chapuza monumental y una tomadura de pelo a la ciudadanía.
Aún peor, la Diputación tiene previsto gastar otra cantidad similar para adaptar este diseño a distintos formatos de maquetación. En total, casi 30.000 euros de dinero público para versionar un logo que estaba al alcance de cualquiera con una búsqueda en Google.
El PP y Vox presumen… de un plagio
La presidenta de la Diputación, Concepción Cedillo, presentaba en diciembre del 2024 la nueva imagen con grandes palabras: una doble “T” que debía representar “hisToria, paTrimonio, culTura, deporTe, enTretenimiento, gasTronomía, Tejido social y empresarial, Tecnología, presenTe y fuTuro”. Una retórica ampulosa que convertía dos letras en un cajón de sastre identitario.
Hoy, sin embargo, esa “T” mágica no es más que la fotocopia de un catálogo de logos genéricos. La épica institucional sobre raíces, diversidad y modernidad se ha desinflado, mostrando que lo que PP y Vox vendieron como una seña de identidad no era más que un diseño repetido hasta la saciedad.
Piden responsabilidades
Ante semejante despropósito, crece la exigencia de que se pida a la empresa adjudicataria la devolución del dinero. De no ser así, los grupos que avalaron la operación, PP y Vox, deberían asumir la responsabilidad y donar esa cantidad a proyectos sociales en la provincia, como asociaciones de familias con niños con cáncer o programas de lucha contra la violencia de género, según ha publicado este martes en sus redes sociales el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez.
El problema no es solo estético. Es un asunto de credibilidad institucional y de respeto a los fondos públicos. La Diputación insiste en que todo está justificado en 150 folios, pero lo que han conseguido es proyectar la imagen de un gobierno incapaz de detectar lo evidente, atrapado en un gasto absurdo que pone en entredicho su rigor y su transparencia. Hoy, lo que debía ser una nueva marca para Toledo se ha convertido en el símbolo más claro de la ineficacia y el descontrol político.