El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general de los socialistas en la región, Emiliano García-Page, ha roto su silencio este miércoles y ha cargado duramente contra la dirección de su partido, ha reivindicado un PSOE "sin apellidos" y ha alertado de que "queda mucho por saberse" sobre los escándalos recientes.
En una entrevista concedida a Carlos Herrera en COPE, Emiliano García-Page ha elevado considerablemente el tono al valorar la situación que atraviesa el PSOE tras los últimos escándalos que afectan a figuras importantísimas del partido, como el ya exsecretario de Organización, Santos Cerdán. El dirigente castellanomanchego ha reconocido estar "muy dolido" y ha descrito el momento actual como "el más grave de credibilidad del PSOE en toda su historia reciente".
A juicio de Page, el partido atraviesa un periodo de desconfianza generalizada que no puede maquillarse. “Muy poca gente cree a la dirección”, ha lamentado. Ha rechazado la estrategia de presentarse como víctimas ante las investigaciones y filtraciones judiciales, asegurando que "el papel de víctima ya no cuela" y ha reivindicado el papel de la justicia y de la UCO, criticando a quienes desde el Gobierno "en vez de proteger su trabajo, lo atacan".
Cree que "queda mucho por saberse"
Page cree que lo más preocupante aún no ha salido a la luz. "Queda mucho por saberse", ha dicho, señalando que "las cosas que más preocupan al presidente ni siquiera están hoy en los periódicos". En este sentido, ha recordado cómo ya advirtió al inicio de la legislatura del “laberinto sin salida” en el que se estaba entrando, subrayando que “no hay salida digna” a la actual situación. "¿Puede dimitir, puede convocar elecciones? Ninguna de esas salidas es digna ya", ha apuntado.
El presidente castellanomanchego ha cargado también contra la deriva del partido, recordando que no ha cambiado de posición. "Yo no me he movido del solar de la socialdemocracia", ha defendido, reclamando un PSOE que no sea "ni el de Sánchez ni el de Page, sino el de siempre, el de una historia larga de servicio a España".
En cuanto a los audios y grabaciones que han trascendido o podrían trascender, Page ha afirmado que "todos esos, lo grave es que lo grababan todo", aludiendo a figuras cercanas al partido como Koldo García, Víctor de Aldama o incluso ministros que, según algunas informaciones, habrían registrado conversaciones con Pedro Sánchez. "Esto es una bomba de racimo", ha advertido.
Descarta movimientos internos
Ha descartado cualquier tipo de movimiento interno para forzar cambios en la dirección del PSOE, porque "la movilización interna está prohibida en el ambiente", pero ha dejado clara su distancia respecto a la estrategia actual del Gobierno. Ha recordado que tras la "carta abierta" de Sánchez en 2023 se desató una "dinámica de bunkerización tremenda". Según Page, "ese búnker es una tumba" y "el oxígeno al búnker se lo dan los socios del Gobierno, que ahora lo van a poner caro".
También ha abordado el impacto de la pandemia en la gestión pública y en los casos judicializados de contratos covid. Ha defendido a sus compañeros socialistas en Baleares y Canarias, convencido de que "no han hecho nada para enriquecerse", y ha recordado que en los peores momentos de la pandemia "todo el mundo hacía lo que podía".
Respecto a una posible moción de censura, García-Page ha asegurado que no dará instrucciones a los diputados del PSOE, pero ha lanzado un mensaje claro: "Yo si fuera diputado, no votaría en contra, porque habría dimitido".
Finalmente, ha cargado contra la estrategia del Gobierno de usar a la extrema derecha como coartada para justificar pactos con fuerzas independentistas. "Insultar a la extrema derecha no sirve de nada. Hay que ganarles democráticamente en las urnas", ha sentenciado. Y ha zanjado: "No voy a estar en silencio. Haré todo lo que esté en mi mano para poner pie en pared ante los peajes obscenos de quienes quieren romper España".