El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado este viernes desde Ciudad Real el clima de estabilidad y entendimiento que, según ha defendido, se vive en la región, en contraposición a la situación de "bronca permanente" que se sufre en la política nacional. En la inauguración de una vivienda para mayores, el jefe del Ejecutivo autonómico ha advertido que se va "a dejar la piel" para que España pueda contar con unos Presupuestos Generales del Estado, al subrayar que su aprobación "afecta en la gestión diaria con los ministerios" del mismo modo que la Junta no podría funcionar sin sus propias cuentas.

Page ha recalcado que para él no es indiferente que haya presupuestos estatales o no, porque buena parte de los intereses de la región se juegan fuera de Castilla-La Mancha: "Una parte determinante de nuestros intereses no se juegan aquí, se juegan en Madrid o en Bruselas". Por ello, ha defendido su derecho y obligación a pronunciarse "con claridad" sobre cuestiones de Estado: "¿O es que aquí solo van a hablar los que quieren romper?".

El presidente autonómico ha lanzado un mensaje de firmeza frente a las posiciones independentistas que, en su opinión, se amparan en la legitimidad para "decir barbaridades" mientras los que defienden la unidad del país parecen tener que callar: "Conmigo que no cuenten", ha remarcado.

Un ambiente político "asfixiante" en España

En su intervención, García-Page ha descrito la situación política en España como "asfixiante", dominada por "una bronca permanente" y un "desgaste" en debates que se convierten en "una pérdida de tiempo". Según ha considerado, nunca antes había existido tanta "distancia sideral" entre la política real que vive la ciudadanía en su día a día y la que se practica en Madrid. Aun así, se ha mostrado optimista al asegurar que "el 95% de las peleas que hay la gente sabe que no valen para nada", más allá de servir para que unos conserven su posición o para que otros intenten alcanzarla.

En contraste, ha insistido en que Castilla-La Mancha vive en un clima de tranquilidad, donde es posible hablar de sanidad o educación "en vez de estar hablando de barbaridades". Un mensaje que Page ha querido proyectar como ejemplo del rumbo que debería seguir la política nacional: "Deseo a España el ambiente político, la calma política, la previsibilidad, la estabilidad y la normalidad que hay en Castilla-La Mancha".

Unidad en defensa del campo

Más allá de la cuestión presupuestaria, el presidente castellanomanchego ha hecho hincapié en la importancia de mantener la financiación europea para el sector primario. Ha alertado de que la agricultura y la ganadería están en riesgo de ser sacrificadas en la futura negociación comunitaria para incrementar las partidas de defensa. "Lo que están intentando es acabar con el tronco", ha advertido, reclamando un frente común entre partidos, organizaciones y administraciones.

Page ha rechazado cualquier planteamiento que fomente divisiones: "No voy a escuchar a ninguna organización que me venga diciendo 'yo quiero más para mí'". En este sentido, ha anunciado que en los próximos meses emprenderá una agenda de reuniones en el ámbito europeo para "presionar" con el fin de evitar recortes en la Política Agraria Común. "A veces lo más progresista es conservar", ha afirmado.

El dirigente socialista ha subrayado que su prioridad es unir al sector y a las fuerzas políticas de la región, trabajando también de la mano con el Ministerio de Agricultura y el Gobierno central, para defender los intereses del campo. Ha asegurado que Castilla-La Mancha no se puede permitir perder recursos, ya que eso supondría un golpe directo a las zonas rurales.

En ese marco, ha avanzado que tocará "hablar con franceses, alemanes, italianos y portugueses", y aprovechar todos los foros posibles para frenar lo que ha calificado como "un atraco" que se estaría gestando en Europa. "En esto nos tenemos que dejar la piel todos, y más una región como esta", ha concluido.