El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y presidente autonómico, Emiliano García-Page, ha reconocido que las tensiones dentro del PSOE no son nuevas y se remontan a más de una década. Así lo ha expresado en una entrevista concedida este lunes a Onda Cero, tras la reciente filtración de mensajes de WhatsApp entre Pedro Sánchez y su exministro José Luis Ábalos. Según García-Page, estos mensajes demuestran que las diferencias entre sectores del partido no se deben solo a luchas de poder, sino a un “problema de fondo” que divide a quienes “no estaban por gobernar a cualquier precio” y a quienes “en cualquier momento podían hacerlo”.
Conversaciones puntuales
En lo que respecta a sus relaciones personales con los protagonistas de esta crisis, Page ha señalado que sus interacciones con Ábalos fueron mínimas y que con Santos Cerdán ha mantenido “alguna más, en un tono bastante amable y razonable”. Incluso ha ironizado sobre su papel en el partido afirmando que “a lo mejor se trata de que me dieron por perdido desde el primer momento”.
García-Page ha insistido en que las diferencias ideológicas y estratégicas pesan más que las relaciones personales dentro de una formación política: “No hay obligación de quererse ni de ser hermanos. Se trata de compartir un código ideológico y una estrategia”, ha remarcado. Para el presidente castellanomanchego, esta legislatura ha agravado aún más las tensiones internas del partido. “Si ya antes del 23 de julio hubo rupturas de coordenadas dentro del PSOE, después de esa fecha se desató todo, se desabrochó cualquier contención”, ha afirmado.
Sobre las filtraciones: “No tengo ni idea, pero no le conviene”
Cuestionado sobre si cree que el propio Ábalos está detrás de las filtraciones de sus mensajes con el presidente del Gobierno, García-Page considera que es legítimo pensarlo, aunque reconoce que no tiene pruebas: “No tengo ni idea, ni tampoco creo que le convenga esto”, ha concluido.