El nuevo equipo de Gobierno del Partido Popular en Malagón (Ciudad Real) no ha tardado ni una semana en retratar sus prioridades: subirse el sueldo por encima incluso de lo que perciben muchos alcaldes de capital de provincia. Así lo ha hecho la concejala del PP Olga Bastante Palomares, que se ha adjudicado una retribución bruta anual de 52.272,61 euros, una cifra escandalosa en comparación con el tamaño del municipio, que no alcanza los 8.000 habitantes.
El dato ha generado sorpresa, sobre todo, teniendo en cuenta que este sueldo supera al de alcaldesas y alcaldes de municipios similares o más grandes, como Socuéllamos (35.470 €), Pedro Muñoz (43.615 €), e incluso está a la altura de la retribución del alcalde de Tomelloso (51.000 €), con más de 33.000 habitantes.
La medida se ha aprobado en un pleno exprés celebrado tras la moción de censura que devolvió a Adrián Fernández la Alcaldía de Malagón, gracias al voto determinante de un concejal tránsfuga del PSOE y a la dimisión en bloque del resto de ediles de la oposición (cuatro de Somos Malagón y dos del PSOE). El nuevo equipo de Gobierno aprovechó la situación para aprobar los sueldos sin control, dado que los nuevos concejales que deben sustituir a los dimitidos aún no han tomado posesión.
En ese mismo pleno, también se ha fijado el salario de la concejala Alma María Navas Hervás, responsable del área de Atención a las Personas, por un importe de 15.000 euros brutos anuales, en régimen de dedicación parcial. Ambas retribuciones suman un gasto de más de 67.000 euros anuales para las arcas municipales.
Se da la circunstancia de que el propio alcalde, Adrián Fernández, ya cuenta con un sueldo público como vicepresidente cuarto de la Diputación de Ciudad Real, donde percibe 63.426 euros brutos al año, lo que le permite ejercer su cargo municipal sin remuneración.
Muy por encima de lo razonable en municipios similares
El sueldo de la concejala Bastante no solo es superior al de la mayoría de alcaldes de la provincia, sino que también contrasta con los ingresos de regidores de capitales de comarca con servicios mucho más complejos que los de Malagón. Por ejemplo, el alcalde de Puertollano (53.811 €), Alcázar de San Juan (50.445 €), Campo de Criptana (44.184 €) o Almagro (42.491 €), gestionan localidades con más población y presupuesto, y aun así cobran bastante menos.
Incluso se acerca al sueldo de los alcaldes mejor remunerados de la provincia, como el de la capital provincial, Ciudad Real, donde Francisco Cañizares percibe un salario anual de 57.000 euros.
Además, hay alcaldes en la provincia sin sueldo alguno o con cantidades simbólicas, como ocurría en Malagón hasta ahora, o en otras localidades como Carrión de Calatrava, Montiel, Corral de Calatrava, Almadenejos o Alhambra, donde priman otros valores de servicio público. En ese contexto, resulta difícil justificar un salario de más de 52.000 euros en un municipio donde no se ha resuelto todavía ni la situación de inestabilidad política ni los retos de gestión pendientes tras la abrupta salida del anterior gobierno local.
El procedimiento empleado para aprobar estas retribuciones también ha generado controversia. La urgencia del pleno, la ausencia de oposición efectiva en ese momento y la falta de justificación pública del gasto han encendido las alarmas. El nuevo alcalde, Adrián Fernández, se ha valido de una mayoría forzada tras la moción de censura y el vacío institucional derivado de la dimisión de seis concejales para blindar su nuevo organigrama político con sueldos desproporcionados.