El nuevo modelo de financiación autonómica tendrá que esperar, al menos, hasta marzo. Así lo ha anunciado el Gobierno central, que aplaza de nuevo la reunión para negociar el nuevo acuerdo que suscriba un cambio en el marco de la financiación autonómica.
Un anuncio que no ha sentado bien en el Gobierno de Castilla-La Mancha, que lamenta una nueva prórroga en las negociaciones y pone en duda que incluso se pueda celebrar en marzo, debido a que por entonces habrá procesos electorales en Castilla y León y Andalucía.
Esther Padilla, consejera portavoz, ha criticado esta nueva prórroga sobre la negociación porque, dice, afecta especialmente a las comunidades autónomas infrafinanciadas, entre las que se encuentra Castilla-La Mancha: "Para nosotros es urgente. No es cuestión de echar balones fuera, sino de sentarse a negociar conjuntamente con todas la comunidades autónomas y abordar un problema que hay en el conjunto de España”, ha dicho.
Solidaridad e igualdad
Padilla también ha respondido a las declaraciones de la vicepresidenta María Jesús Montero, que ha asegurado que hay que renunciar a máximos para llegar a un acuerdo. Según la consejera Portavoz, lo que reclama el ejecutivo castellanomanchego está lejos de ser un acuerdo de máximos, sino que “son mínimos” que garanticen los servicios básicos, que son los pilares de la gestión autonómica y la mayor parte de los presupuestos autonómicos anuales.
La consejera ha insistido en que buscarán que el acuerdo llegue a buen puerto pero que no tenga privilegios para ninguna comunidad autónoma y se garantice que cubren la financiación de los servicios básicos, compensando la infrafinanciación de estos últimos 11 años. Padilla ha defendido que no tiene que haber comunidades que renuncien a supuestos máximos para que otras regiones salgan contentas del acuerdo tras las negociaciones.
Desde el principio se han tomado todas las medidas para que los trabajadores puedan realizar su labor de forma segura
En otro orden de cosas, Padilla también ha sido preguntada por los medios de comunicación en la rueda de prensa celebrada en el Palacio de Fuensalida por los casos de intoxicación de los médicos del laboratorio del Hospital Universitario de Toledo.
Ante las críticas del sindicato CSIF, Padilla defiende que el SESCAM ha aplicado desde el primer momento todas las medidas de seguridad para que los trabajadores realicen su actividad de forma segura.
En este sentido, asegura entender la preocupación de los trabajadores, pero afirma que “seguimos haciendo pruebas y los resultados siguen siendo negativos”, por lo que, para Padilla, la situación no es tan grave como se apunta, y cada vez son más los actores involucrados que entienden que es así.