En junio cumplirá cincuenta y dos años y quienes le conocen dicen que Carlos Martínez Mínguez, ingeniero técnico agrícola afiliado al PSOE desde los veintitrés e indomable alcalde de Soria desde 2007 —fue el primer edil más joven de las capitales de Castilla y León— es cercano, buena gente, extrovertido, eficaz y “con capacidad para construir un equipo sólido, empastado y consistente”; o al menos lo ha sido en lo local y provincial.
Su trayectoria antes de la Alcaldía de Soria, con cuatro mayorías absolutas a sus espaldas —12 de 21 concejales en 2023—, abarca una Concejalía de Medio Ambiente, Cultura y Festejos en 1999, la portavocía en la oposición municipal desde 2003 y el parlamentarismo autonómico; pero ahora despunta como el nuevo secretario general socialista en esa comunidad autónoma que la ciudad donde empuña el bastón de mando tiene a lo ancho de 80.000 kilómetros cuadrados al oeste. Son otras ocho provincias por conquistar para las que Soria es, geográficamente, una península que linda con La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha.
Un soriano en los confines de la comunidad más grande
Se dice de él que es un gran defensor del municipalismo, que su proyecto en Soria le ha dado a la ciudad “una vuelta tremenda”, pero que se hará con los mandos de la comunidad autónoma en un abrir y cerrar de ojos para involucrarse en el proyecto autonómico gracias a su liderazgo “empático y motivador”.
Tiene experiencia en compatibilizar cargos, puesto que cuando el PSOE perdió las elecciones en las municipales de 2003 se movió sin descanso de Soria a Valladolid y viceversa para ejercer simultáneamente de procurador en el Parlamento y de voz del partido en el Consistorio soriano, aunque entonces no era alcalde.
Si finalmente se erige como líder de los socialistas en la comunidad más grande de Europa y decide continuar encabezando el Ayuntamiento de Soria, algo que pretende, le esperan ya no solo las Cortes en Valladolid, sino muchos otros rincones en los confines de cada provincia, desde la leonesa Ponferrada a la salmantina Ciudad Rodrigo o la abulense Candeleda.
“Soria está lejos para los que no son de Soria”, comentan en su entorno. “Nosotros estamos acostumbrados, así que a él no le va a quedar nada lejos; se va a poner al día en Castilla y León enseguida y va a llevar al resto de la comunidad su iniciativa y el proyecto de desarrollo que ha llevado a cabo aquí”.
Perdiendo congresos
Se espera que Carlos Martínez presente oficial y públicamente este miércoles, 8 de enero, su candidatura para ser el sucesor de Luis Tudanca en la secretaría general del PSOE castellano y leonés, pero hay quien recuerda que fue el propio alcalde quien, con cierta sorna, llamó a la tranquilidad a Tudanca en el mes de octubre pasado, cuando su nombre empezó a sonar, en el caso de que las primarias debieran discutirse en las urnas, puesto que el soriano es especialista en haberse situado siempre en la parte perdedora de las contiendas dentro del partido.
Fue miembro del equipo de Carme Chacón frente a Alfredo Pérez Rubalcaba durante la elección del secretario general del PSOE en el 38º Congreso, e igualmente defendió el apoyo a Susana Díaz frente a Pedro Sánchez en 2017 en su provincia, —entonces una isla con respecto al resto— donde la andaluza cosechó 175 avales frente a los 103 de Sánchez.
Para fuentes del PSOE de Castilla y León consultadas por elPlural.com, esto se entiende como la demostración de la democracia interna: “El caso de Carlos Martínez demuestra que el Partido Socialista, a pesar de lo que dicen algunos, es integrador, no un partido de ‘régimen único’ en el que no se acepta la discrepancia; y también demuestra que Pedro Sánchez ha sabido coserlo”.
Apoyos desde Burgos, Valladolid y León
En su despedida de este martes como secretario general del PSOE de Castilla y León, el burgalés saliente, Tudanca, no ha sido explícito —la última palabra la tiene la militancia y se pueden presentar más candidaturas—, pero implícitamente ha apoyado la candidatura de Martínez, que, como ha subrayado, “es de la tierra” y “la tierra ha de ser para quienes la trabajan”.
Los apoyos al alcalde de Soria han llegado también, antes o después, desde las provincias de Valladolid y León, a las que históricamente ha costado entenderse.
“Castilla y León necesita un liderazgo que devuelva la ilusión y construya el futuro que esta tierra merece. Carlos Martínez reúne todas las cualidades necesarias: capacidad de trabajo, una gestión ejemplar y la fuerza para volver a ganar y gobernar. Carlos, es tu momento. ¡Adelante!”, ha lanzado en Twitter el secretario general del PSOE leonés, Javier Cendón.
El ministro de Transportes y secretario general de Valladolid, Óscar Puente, esbozó el perfil de Martínez mucho antes. “Que quien se ponga al frente sea líder; si puede ser, que tenga alguna experiencia de gobierno y que no sea de Valladolid; y humilde, y que pueda encajar bien en la idiosincrasia de Castilla y León. Con eso ya he dicho bastante”.
Inquilinos pasajeros
En su último discurso de investidura como alcalde, Martínez enunció alto y claro sus principios, su conciencia de la responsabilidad, pero también sus convicciones sobre la “confianza prestada” como “inquilino pasajero” de la institución que dirige desde hace 18 años.
“Todos debemos ser conscientes de que asumimos una enorme responsabilidad y que somos inquilinos pasajeros de una institución que debe dar respuesta a cada vecino y vecina de nuestra ciudad, de una institución que debe tener como prioridad el bien colectivo, la comunidad y que debe convertirse en una puerta a la que llamar, especialmente, cuando se necesita una respuesta. Una puerta, sin mirilla, en la que no sea necesario preguntar origen, género o ‘escala social’ para ser abierta”, dijo.
“Hoy estamos aquí sentados porque nuestros conciudadanos nos han prestado su confianza. Insisto, prestado. Nos permiten, y debemos sentirnos privilegiados y orgullosos, convertirnos en sus manos a la hora de tomar decisiones desde esta institución. Agradezcamos la confianza, pero no olvidemos que su mirada y su voz debe seguir siendo la que nos guía”.
