Aunque la expresión elegida por Unidas Podemos por Andalucía (UPporA) es "frente amplio", su traducción al lenguaje de las urnas sería "coalición electoral", una formulación de la que huyen los tres grupos situados a la izquierda del Partido Socialista pese a que todos ellos parecen estar de acuerdo en la necesidad de concurrir con una única marca a los comicios autonómicos, aún sin fecha pero cuya celebración tendrá lugar casi con toda seguridad en el primer semestre de 2022. 

La expresión está recogida en el manifiesto que se leerá este sábado en el acto organizado por UPporA en Córdoba, en el 44 aniversario de las históricas movilizaciones a favor de la autonomía andaluza el 4 de Diciembre de 1977.

En el acto, que se iniciará a partir de las 11,30 horas en el Jardín Botánico de Córdoba, intervendrán los líderes de Podemos e IU Andalucía, Martina Velarde y Toni Valero, respectivamente, y Carmen Molina en representación de Alianza Verde.

También está anunciada la presencia la presidenta de En Comú Podem en el Parlamento de Cataluña, Jéssica Albiach; la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, o el dirigente de IU Carlos García Ramos, entre otros, además de portavoces de distintos movimientos sociales.

En busca de un líder

El manifiesto de UPporA se hace público dos días después de que se presentara en Sevilla la coalición Andaluces Levataos, conformada por Más País Andalucía y dos formaciones andalucistas de izquierdas. También Andaluces Levantaos propugna algún tipo de entendimiento con Unidas Podemos y con Adelante, la formación liderada por Teresa Rodríguez tras su ruptura con la confluencia de rojos y morados. 

En el manifiesto que se leerá hoy en Córdoba, UPporA apuesta por ese "frente amplio", también denominado por otros actores como "espacio común" o, en el pasado, como "confluencia". Sin embargo, las tres marcas hoy en liza no acaban de superar los recelos mutuos: saben que concurrir por separado equivale a dispararse un tiro en el pie, pero son conscientes del amargo fracaso del último intento de ir juntas bajo el nombre de Adelante Andalucía.

"Sigamos profundizando en la construcción de la unidad. Sabemos que la unidad no se construye en torno a personas y siglas. La unidad se construye en torno a ideas y propuestas", dice el manifiesto, rescatando con su propia terminología el histórico 'programa, programa, programa' de Julio Anguita.

Más allá, sin embargo, de las grandes palabras y de los llamamientos fraternales a "la unidad en la generosidad", sus promotores no dejan de ser conscientes de que, como recordaba días atrás el excoordinador de IU Antonio Maillo, "urge resolver el liderazgo del espacio de Unidas Podemos".

Reproducimos a continuación el texto íntegro del manifiesto, en el que se denuncia que la derecha está intentando "privatizar hasta el aire" y cuya redacción, al contrario de lo que solía suceder en el pasado en ocasiones similares, no contiene reproches al PSOE andaluz.

Texto íntegro del manifiesto

"El 4 de diciembre celebramos el aniversario de la mayor movilización protagonizada por el pueblo andaluz, en la que reclamamos autonomía política y justicia social. Aquellas manifestaciones dieron pie al proceso que culminó con la conquista histórica de la Autonomía plena el 28 de febrero de 1980. Hoy, más de cuatro décadas después, las organizaciones que conformamos Unidas Podemos por Andalucía hacemos un llamamiento para transformar Andalucía.

Los problemas que hoy enfrenta nuestra tierra son similares a los de hace 40 años: paro, pobreza, precariedad, desindustrialización, infrafinanciación histórica y una economía cada vez más dependiente de sectores estacionales. En definitiva, la inseguridad vital y la pérdida de expectativas de futuro para una parte importante de la población andaluza. Sin olvidar cómo nos afecta la mayor crisis a la que se enfrenta nuestro planeta: la crisis ecológica y la emergencia climática.

Ante estos retos, tenemos una tarea urgente: poner a disposición del pueblo andaluz un proyecto para gobernar en favor de la gente. Ofrecer a la ciudadanía un espacio amplio de participación política capaz de poner la Junta de Andalucía al servicio de la mayoría. El curso de los tiempos está cambiando y Andalucía tiene que incorporarse al tren de la justicia social, del avance en derechos y libertades, de la transición ecológica justa y de una política que pone la vida de la gente en el centro.

Hace ahora tres años el Partido Popular accedió al gobierno de Andalucía apoyándose en la extrema derecha, en contra del criterio mayoritario en el resto de Europa. La imagen de moderación que pretende dar Moreno Bonilla contrasta con sus decisiones políticas. Ha sido el primer presidente autonómico en formar gobierno gracias a los que quieren dar marcha atrás al tiempo y acabar con derechos, libertades y con la autonomía.

Su gobierno está frenando el cambio que necesita nuestro modelo productivo. Quieren continuar con la especulación urbanística, el ladrillazo y la corrupción. Siguen despreciando la emergencia climática y la crisis hídrica, destrozando nuestras playas para construir campos de golf y levantar grandes complejos hoteleros.

Además, están desguazando nuestros servicios públicos a marchas forzadas, especialmente en los pueblos pequeños y el mundo rural. Quieren privatizar hasta el aire y le han puesto una alfombra roja en Andalucía a los fondos buitres. Esos carroñeros que están acabando con el campo andaluz y que vienen a hacer caja con nuestra salud, con la vivienda o con la Formación Profesional.

Pero los peores días de la pandemia también han revelado la importancia de los lazos que nos unen, la fuerza de la comunidad. La crisis sanitaria ha vuelto a demostrar que nuestra sociedad no admite soluciones individuales a los problemas colectivos. Nos ha enseñado a valorar aún más un patrimonio que nos era invisible: nuestros servicios públicos y los cuidados.

No ha sido fácil afrontar la crisis de la Covid-19, pero habría sido imposible sin la labor de científicas e investigadoras, sin el cuidado de las trabajadoras de nuestros servicios públicos y sin las redes de apoyo vecinal. Detrás de cada cajera, peluquera, dependienta, médica, enfermera, maestra, trabajadora social o cuidadora se encuentra el orgullo de una tierra que cree más que nunca en aquello que es esencial.

Esencial como las luchas del pasado, que se conectan con las del futuro. La memoria nos da ejemplos de compromiso con una Andalucía mejor. Desde Blas Infante a Gata Cattana, pasando por Lorca o Ana Orantes. De quienes enriquecieron nuestra cultura y lucharon por un ideal de justicia. De tantas personas anónimas que pelearon bajo la consigna de “libertad, amnistía y estatuto de autonomía”. Todo ese patrimonio de la Andalucía que no “ora ni bosteza”, de la que no se resigna ante las injusticias, está hoy en peligro frente a la amenaza de la ola reaccionaria.

Luchemos por los derechos de nuestras hijas como otras antes lucharon por los que ahora tenemos. Para que Andalucía sea una tierra en la que nunca falte la alegría, el volver a levantarse después de la caída y tener el orgullo de todo lo que siempre nos merecimos.

Juntos y juntas vamos a salir de esta crisis y juntos y juntas vamos a dibujar la recuperación de Andalucía. Reivindiquemos la alegría de las historias compartidas. Aprendamos de nuestros errores y superemos las divisiones del pasado. Pongamos a disposición de nuestro pueblo lo mejor de cada uno y cada una para cambiar el rumbo de Andalucía. Sigamos profundizando en la construcción de la unidad. Sabemos que la unidad no se construye en torno a personas y siglas. La unidad se construye en torno a ideas y propuestas. Vamos a poner en pie un de cambio ponga nuestras instituciones al servicio de la ciudadanía.

El futuro que imaginamos toca escribirlo a muchas manos, por medio de la movilización y de la inteligencia colectiva. Hace falta coraje, compromiso y generosidad. Abramos los espacios y atendamos los anhelos de nuestro pueblo para reencontrarnos y sumar.

Hacemos un llamamiento a incorporarse a este proceso político a la Andalucía trabajadora, a la Andalucía feminista, a la Andalucía sindicalista, a la Andalucía ecologista, a la Andalucía rural. Pero también a los sectores de la cultura, a las pequeñas, medianas empresas y a las trabajadoras y los trabajadores autónomos. A la Andalucía que reivindica la memoria histórica y los valores republicanos.

Llamamos especialmente a las organizaciones políticas y sociales con las que compartimos una visión del cambio que necesita Andalucía. En el frente amplio andaluz no sobra nadie. 

Hay que construir ese horizonte de cambio ante un tiempo que va a ser decisivo. Un tiempo de fraternidad y de solidaridad, un tiempo de unidad en la generosidad. Es necesario tomar el pulso de una Andalucía llena de oportunidades que tiene mucho que decir. El pulso de una Andalucía que late con fuerza".