Es bien conocido este consejo que Juan de Mairena daba a sus alumnos: “Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros”.

Los pensionistas están haciendo política y Carlos Solchaga ha venido a decirles que así no se hace política, que para hacerla sobre ciertas hay que entender de esas ciertas cosas.

Según el eximio exministro y extravagante socialista, los pensionistas que protestan deberían al menos saber que “no pagaron ni la mitad de lo que perciben”.

No es que el reproche de Solchaga sea disparatado. En realidad, es un reproche bastante científico: lo que ocurre es que está formulado desde la derecha, pues evalúa un sistema de solidaridad intergeneracional como si fuera un sistema de capitalización, donde lo que uno cotiza es para uno mismo y no para la caja común.

Eso no significa, claro, que el sistema de pensiones no tenga un grave problema de sostenibilidad. Solo que el ministro de Economía sugiere arreglarlo desde la derecha, no desde la izquierda, para la cual el problema, entre otros muchos, no es lo que los pensionistas de hoy cotizaron ayer, sino lo que los pensionistas de mañana están cotizando hoy.

Escuchando sus argumentos, es obvio que Solchaga entiende bastante de pensiones. De lo que entiende menos es de pensionistas.