La primera parte de la Fiesta del Primer Aceite de Jaén ha llegado a su fin. Durante los días 8 y 9 de noviembre, la localidad de Martos acogió una celebración dedicada a todos los agricultores y jornaleros, así como a las cooperativas y almazaras, de esta provincia andaluza. Una región que encuentra en su "oro verde" uno de sus mayores orgullos, por el reconocimiento que viene teniendo tanto en España como en el resto del mundo y el valor cada vez mayor que se le da en la alta cocina, así como en la formulación de dietas saludables.
Durante este pasado fin de semana, Jaén ha celebrado la apuesta que se hizo hace algunos años, cuando los agricultores dieron el paso de iniciar la cosecha temprana de la aceituna, lo que dio lugar a la producción de un aceite de excelsa calidad que deleita los paladares de millones de personas en todo el mundo y que resulta imprescindible para numerosos cocineros que cuentan en su haber con una estrella Michelín y que lo incorporan en sus recetas como un elemento fundamental para la elaboración de sus platos.
Martos ha acogido la primera parte de esta celebración, que, como es habitual, ahora viaja a otra ciudad para llevar fuera de las fronteras provinciales de Jaén todas las virtudes del aceite temprano. En otras ediciones, la Fiesta del Primer Aceite ha pasado por lugares como Sabadell, Madrid, Valencia, Vigo, Bilbao, Hospitalet de Llobregat, Gijón, Pamplona o Alcalá de Henares, llegando este año a Fuenlabrada los días 14, 15 y 16 de noviembre.
Tras haber acogido la primera edición, Martos volvía a convertirse en la localidad donde se asentaría esta celebración. Una cita que rinde tributo al gran trabajo que durante todo el año llevan a cabo agricultores y jornaleros en sus olivares, así como las labores de producción de cooperativas y almazaras.
El aceite de oliva tiene algo especial. No solo es el sustento de muchas familias, sino que para otras tantas se convierte en un vínculo de unión. Como bien mencionaba Javier Ruiz recordando a su abuelo en el pregón que ofreció en la jornada inaugural, "el olivo no se cultiva, se hereda", pues se trata de un patrimonio que, con gran orgullo, pasa de unas generaciones a otras que siguen labrando el campo tal y como hicieron los que les precedieron.
Muestra de ello son las casi 100 empresas que han participado en esta Fiesta del Primer Aceite. Cooperativas y almazaras compuestas por familias que han visto numerosos ciclos de abuelos, padres y nietos que acudían juntos para llevar la aceituna recolectada con la que producir el aceite. Una cita que, en cada edición, permite que otros lugares de la provincia, y de España, conozcan el enorme trabajo que se lleva a cabo y el esfuerzo que dedican los olivareros de cada localidad, así como la historia y los valores que hay detrás de cada botella, pues con gran amabilidad y cercanía las personas que se hallaban en los stands de la fiesta han atendido a todos los que se acercaban a catar los distintos aceites que llegaron a Martos.
Ha sido un fin de semana intenso en Martos, donde se han llevado a cabo multitud de actividades que han girado en torno al olivar, desde visitas guiadas a degustaciones, hallando también espectáculos de showcooking llevados a cabo por cocineros de renombre. Concluye en Jaén otra Fiesta del Primer Aceite, pero esto no implica que sea el cierre del año para los agricultores, pues esta ha sido solo la primera parte de su campaña de recolección que se extenderá durante los próximos meses. Un ejemplo este del enorme esfuerzo que durante años han puesto miles de personas a trabajar sus olivos y que, por fin, comienzan a disponer del reconocimiento que merecen fuera de su provincia.
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