La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, lo tiene claro: el autodenominado Sindicato de Trabajadoras Sexuales a cuya constitución que el Ministerio de Trabajo ha dado luz verde es un “intento encubierto de "legalizar la prostitución, la trata y la explotación sexual" de las mujeres, por lo que ha urgido al Gobierno de su mismo partido que cambie de criterio.

Como se sabe, el pasado 4 de agosto, el BOE publicaba una Resolución de la Dirección General de Trabajo legalizando la constitución del sindicato "Organización de Trabajadoras Sexuales" (OTRAS), que tiene como actividad "el ámbito funcional de las actividades relacionadas con el trabajo sexual en todas sus vertientes". Aunque la comunicación oficial no precisa si ello incluye también la prostitución, la interpretación generalizada, que también comparte Díaz, es que sí lo hace.

"Como presidenta he combatido y voy a seguir combatiendo con todas mis fuerzas la explotación sexual de las mujeres, la trata y a los traficantes porque la inmensa mayoría de esas mujeres están retenidas contra su voluntad, son víctimas explotadas", ha dicho Díaz, al tiempo que le ha pedido al Gobierno de la Nación que "haga lo que tenga que hacer para parar lo que en el fondo están buscando, una manera descarada de encubrir a través de ese sindicato la explotación sexual y la trata de mujeres, que a día de hoy hace mucho negocio para traficantes, proxenetas y todo aquel que no tiene ningún respeto a la dignidad y los derechos humanos de las mujeres".

La opinión de la presidenta Díaz sobre la prostitución no es, de hecho, muy diferente de la que tiene la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que el pasado 11 de marzo escribía este mensaje en Twitter: "La prostitución no es el oficio más antiguo del mundo, sino la esclavitud más antigua y grande de la historia. #LasInvisibles #PSOEAbolicionista".