Ni para Pedro Sánchez ni para Pablo Iglesias será un camino de rosas convencer a las bases de sus partidos de las bondades del pacto firmado por ambos esta semana para formar un Gobierno de coalición si el socialista logra ser investido presidente.

Si a Sánchez ya le han salido algunas voces críticas, como las de Emiliano García-Page, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Felipe González, a Iglesias le ha llegado la primera advertencia de sus compañeros de Andalucía.

“Mal empezamos”. Es la expresión que ha utilizado este viernes el dirigente de Podemos Andalucía y portavoz adjunto del grupo parlamentario Adelante, José Ignacio García, al ser preguntado por el contenido de la carta que Iglesias ha enviado a la militancia y en la que admite que será necesario hacer “concesiones”.

García cree que es la hora de “la valentía” y que hay que poner en el centro de la acción política “los derechos de la mayoría”, con medidas como la derogación de la Lomce. El pacto de Sánchez e Iglesias no contiene ninguna alusión al respecto.

Es sabido que Podemos Andalucía nunca fue partidaria de que la organización morada entrara en el Gobierno de España; prefería la fórmula portuguesa de apoyo parlamentario externo al Gobierno.

En la noche electoral, una vez conocido el ascenso espectacular de la extrema derecha, Teresa Rodríguez publicaba un tuit en su cuenta oficial en el que calificaba de “malditos” a quienes habían conducido el país a la repetición electoral. En su indignado mensaje no hacía una diferenciación explícita entre Iglesias y Sánchez, a quienes todos los sondeos venían atribuyendo la responsabilidad compartida de las nuevas elecciones.