La soledad política del ya expresidente del grupo parlamentario de Vox, Francisco Serrano, se ha visto hoy acentuada ago más –pero no mucho– al hacerse pública la posición del PP andaluz sobre la decisión del diputado ultra de darse de baja de Vox y pasar al grupo de no adscritos, pero manteniendo el escaño que le garantiza un salario de 3.000 euros al mes.

Serrano se vio obligado a dimitir ayer tras conocerse que la Fiscalía Superior de Andalucía había interpuesto una querella criminal contra él al hallar indicios racionales de haber cometido un presunto delito de fraude en subvenciones: una de sus empresas recibió del Estado una subvención de 2,5 millones de euros para poner en marcha una fábrica de combustible de madera que nunca funcionó ni contaba con la maquinaria cuyo valor justificaba la concesión de la millonaria ayuda, que Serrano no ha devuelto.

La filiación del pecador

En una entrevista en Canal Sur Televisión, el portavoz parlamentario del PP de Andalucía, José Antonio Nieto, se ha apresurado hoy a recordar que la marcha a medias de Serrano no pone en riesgo la estabilidad del Gobierno andaluz. En efecto, Vox tiene ahora 10 diputados, que unidos a los 26 del PP y los 21 de Cs suman 57 –la mayoría absoluta está en 55– y garantizan sin apuros la continuidad del Gobierno de Juan Manuel Moreno.

Al contrario de lo ocurrido en situaciones judiciales parecidas cuando el investigado era de izquierdas, el PP no se ha mostrado particularmente severo con Serrano. Nieto se ha limitado a afearle su conducta ventajista, aunque lo ha hecho con palabras que no han debido de inquietar mucho al aludido: “Lo deseable es que cuando se produce una divergencia de este tipo, el afectado deje el acta porque al final los ciudadanos han votado unas siglas que ahora ya no le representan; si no lo hace, él sabrá".

El PP andaluz siempre ha sido muy exigente en materia de responsabilidades políticas de su adversarios, sobre todo si militaban en el PSOE. Un ejemplo entre muchos: en marzo de 2019, la diputada nacional y coordinadora de la campaña electoral del PP de Cádiz, María José García Pelayo, reclamaba la dimisión del alcalde socialista de San José del Valle, Antonio González, imputado por un delito de prevaricación.

Vox desea suerte al "señor Serrano"

El abogado y juez en excedencia Francisco Serrano es, como se sabe, el segundo diputado que accedió a la Cámara autonómica en las listas de Vox que abandona el grupo parlamentario. Antes lo hizo Luz Belinda Rodríguez, que rompió relaciones con el partido de Santiago Abascal tras denunciar que había sufrido "acoso laboral", pero igualmente mantuvo su acta.

Vox emitió ayer una nota muy considerada deseando “suerte” a quien fuera su cabeza de lista por Sevilla y candidato a la Presidencia de la Junta. "Desde Vox en el Parlamento de Andalucía –señalaba el escueto texto– agradecemos el trabajo realizado por el señor Serrano durante el tiempo que ha permanecido adscrito a este grupo e informamos a la prensa de que, una vez formalizada su baja, deja de depender orgánicamente de cualquier área de esta formación".